La imprenta al igual que la máquina de escribir cambió la forma de comunicación, a partir de su aparición el trabajo que se realizaba en las oficinas se simplificó y abrió nuevas oportunidades para la mujer, con el paso del tiempo, la máquina se convirtió en el antecedente de las computadoras actuales.
Hay que recordar que una de las formas de informar y de dar a conocer a la población las noticias fue el “bando”. Poco a poco las maneras de notificar algún hecho se fueron desarrollando hasta llegar a las nuevas tecnologías, esto no quita que hoy en día en ciertas instituciones pervivan en el rincón de alguna oficina máquinas de escribir que ayudan, en algún momento, a realizar algún trabajo que la computadora no puede efectuar.
Poco de historia
Es a partir del siglo XVIII cuando los inventores se preocuparon por crear un instrumento que facilitara el trabajo que realizaban los copistas y los escribanos, pero no fue sino hasta el siglo XIX cuando patentaron máquinas de escribir tanto en Europa como en América.
La primera máquina de escribir que tuvo éxito fue creada en el año de 1868 por los ingeniosos Christopher Latham Sholes, quien nació el 14 de febrero de 1819 y falleció el 17 de febrero de 1890, por Carlos Glidden, nacido el 8 de noviembre de 1834 y fallecido el 11 de noviembre de 1877, Samuel W. Soule, quien vio la luz el 25 de enero de 1830 y murió el 12 de julio de 1875 y John Pratt ellos practicaban en un taller de máquinas en Milwaukee, Wisconsin en los Estados Unidos y se consideran como los inventores de la máquina de escribir.
Sholes inventó el teclado “Qwerty”, este era un sistema que consistía en ordenar las palabras del teclado y ese orden derivaba de las seis primeras letras de la hilera superior esto se convirtió en la contribución más trascendente de Sholes.
La evolución
Tiempo después, la patente fue vendida a Densmore and Yost, mismo que acordó con E. Remington and Sons comercializarla. La compañía Remington se dedicaba a fabricar armas y posteriormente probó la producción de máquinas de coser.
Aunque desde 1714 se habían sucedido los intentos de diseñar una máquina que facilitase la caligrafía, el invento de Christopher Sholes fue la primera alternativa real a las tradicionales plumas y lápices.
Otras de las empresas fabricantes de máquinas de escribir fue la Olivetti, esta fue fundada por Camilo Olivetti en el año de 1908 en Ivrea, cerca de Turín. En el año de 1948 “lanza la calculadora eléctrica Divisumma y en el año de 1959 produce el primer ordenador de Italia, el llamado Elea 9003 y en los años 60 crea el tal vez precursor de los ordenadores personales, la Programma 101.
Llega al Puerto
Los inventos o creaciones de instrumentos que facilitaron la comunicación y el trabajo se expandieron por diversas partes y llega a la ciudad de Veracruz en donde se publican imágenes y resaltan anuncios de escuelas y profesores que ofrecían clases de mecanografía.
Ejemplo de ello, lo vemos en el periódico El Arte Musical. Seminario Literario y de Información del año 1922, en donde se anunciaban, máquinas de escribir de la marca Oliver con la siguiente información: “El ideal del Mecanógrafo. Oliver. Compañía Parker, &, ubicado en Independencia 13, Apartado Postal 106, Teléfono 123, Veracruz”.
También en la agencia Oliver se vendían cintas “Webster” de lino, anunciándose como las mejores del mundo a $ 1,50 cada una y a $ 15.00 la docena. Además se vendía papel carbón “Star” con 100 hojas cada caja costaba $ 6.00.
Igual el almacén Blanco y Negro ponía a la venta “artículos de escritorio, libros en blanco para contabilidad y copiadores, fábrica de sellos de goma. Libros de texto y material escolar, cintas para máquina y papel carbón de superior calidad”.
Se convierte en carrera
Por otra parte, en el Directorio Nacional de la República Mexicana. Sección Veracruz, de los años veinte, se anunciaba la Academia Científica. Mecanografía y Redacción.
Un plantel de reconocida moralidad y que aseguraba, definía y garantizaba el “satisfactorio éxito de sus enseñanzas”. El sistema utilizado era el del profesor Luis J. Ponce y estaba ubicado en la calle 5 de Mayo número 49 (Altos). La casa matriz estaba en México y era su director el mismo Luis Ponce.
La academia tenía una sucursal en la ciudad de Veracruz siendo su subdirectora Esther (SIC)Vera M. ofertándose cursos breves de oficinistas, secretarios de Comercio y Administración. Su lema era “mecanografía (sic) higiénica y debidamente garantizada en 48 horas de estudio”.
Además se enseñaba redacción de correspondencia administrativa, comercial y documentación en general en 95 días, ortografía teórica y práctica y contabilidad comercial.
Se anunciaba el libro para aprender mecanografía en 40 horas con el Sistema Ponce en un precio de $ 5.00 pesos.
Academias
En el directorio aparecían cuatro academias comerciales siendo estas: la Academia Moderna Comercial, del que era director Chesty H. I y estaba ubicada en Independencia 36 altos, teléfono 26-94.
La Academia de Taquigrafía y teneduría de libros y mecanografía, de quien era la directora Juana Folgueras, su dirección Prim 16.
La Academia Comercial de Veracruz, de quien era director el señor Luis Peña Arrieta, cita en Juárez 9 con número de teléfono 28-30 y la Academia Científica de Comercio de K. Luis Ponce, ubicada en 5 de Mayo 49 Altos.
Por otra parte, también se anunciaban talleres para arreglar las máquinas como el Taller Mecánico de Vicente T. Cruz, quien se anunciaba como la mejor casa en su ramo, ubicada en Zaragoza 18, teléfono 21-23 y que reparaba toda clase de máquinas de escribir, contadoras, sumadoras, calculadoras, aparatos eléctricos y fonógrafos ofreciendo accesorios y refacciones.
La máquina de escribir fue un instrumento que en un primer momento incorporó a la mujer a la acción laboral, después las academias proliferaron y finalmente para las instituciones públicas y privadas fue un objeto que facilitó y modificó la forma de laborar.
Quizá alguno de ustedes tengan en su hogar una máquina Remington o una Olivetti.
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