El Almirante Cristóbal Colón tiene atribuidas dos tumbas, una en la Catedral de Santo Domingo y otra en la Catedral de Sevilla.
Para develar este enigma histórico, en el año 2002 se procedió a analizar y cotejar el ADN de los restos humanos de la tumba de Sevilla con los de su hermano Diego de Colón -enterrado en la Cartuja- y el de su hijo Hernando (los resultados se dieron a conocer cuatro años después).
El estudio se encargó al genetista de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente Acosta, colaborando con él otros eminentes especialistas como el antropólogo de la misma universidad, el doctor Miguel Botella.
Investigación
Dentro del estudio genético, el ADN que forma parte del cromosoma Y, permite estudiar la línea paterna hasta generaciones muy lejanas, y el que estudia el ADN mitocondrial, estudiaría la línea materna, existiendo una tercera línea que sería el ADN nuclear que se encuentra en el núcleo de las células y que estudia el resto de cromosomas, los autosómicos.
En el estudio tropezaron con una dificultad añadida: el mal estado de los restos óseos y la cantidad tan limitada de ADN recuperado, circunstancia que, aunque permitió el estudio del ADN de la línea materna, no fue así con el cromosoma Y.
Los resultados obtenidos aseguran que parte de los huesos que hay en Sevilla son de Cristóbal Colón, y que tanto Diego como Cristóbal son hermanos de la misma madre (ADN mitocondrial) aunque no puede asegurarse que sean del mismo padre (cromosoma Y).
Patologías
Diego Colón padeció muchos problemas de salud (osteoporosis severa, artrosis avanzada y una artritis que le anquilosaba la mano derecha) circunstancia que le provocaba grandes penalidades.
En cuanto a las patologías que pudo sufrir Cristóbal Colón se conocen gracias a su diario, a los escritos de su hijo Hernando y a los del padre Bartolomé de Las Casas.
Tenía una estatura media y a partir de los 25 años comenzaría a sufrir dolores articulares, escozor al orinar, dolores articulares y hemorragias oculares, sintomatología que se agudizaría en sus últimos tres años de vida.
Los médicos de aquella época los atribuían a ataques gotosos, aunque no parece que realmente fuera esta la causa (ni estaba gordo, ni era un gran comilón, ni sus descendientes la sufrieron), más bien podría orientarse como un cuadro semejante al síndrome de Reiter, una artritis que afecta principalmente a varones jóvenes entre 20 y 40 años, originada como reacción a una infección, quizá gastrointestinal (Colón no era tan mujeriego como su tripulación, así que no debió de sufrir infecciones de transmisión sexual como ellos).
La muerte
En el momento de su muerte se encontraba solo, olvidado y enfermo de artritis. Era el 20 de mayo de 1506, y tras su regreso definitivo a España, dos años antes, todas las reclamaciones de sus derechos que hizo ante el rey Fernando fueron infructuosas.
Esto seguramente afectó a su salud provocando que aparentara muchos más años de los que realmente tenía, su cabello se había vuelto blanco, sus arrugas marcaban el rostro y presentaba unas profundas ojeras.
Un estudio publicado en el año 2007 por Antonio Rodríguez Cuartero, del Departamento de Medicina Interna de la Universidad de Granada, determinaría que la causa final de su fallecimiento fue debida a un ataque al corazón causado por el síndrome que padecía.
La muerte le alcanzó en Valladolid, quizá le sorprendió en una modesta posada, depositando su cadáver en el Convento de San Francisco de dicha ciudad. Un primo suyo realizó el traslado de sus restos a la comunidad cartuja de Sevilla el 11 de abril de 1509, y tal como expone Bartolomé de Las Casas, en su obra Historia de las Indias (1561) fue trasladado a Santo Domingo, la fecha es un punto más de discusión... ¿1537?
Los restos
Posteriormente se enviarían los restos a La Habana (en 1795 España cedió la parte oriental de la isla a Francia), regresando a Sevilla tras la declaración de independencia de la última colonia española, en 1898.
El 16 de septiembre el gobierno de Práxedes Mateo Sagasta autorizó el traslado, diez días después se extrajo la caja del nicho custodiándose en todo momento. Se barajaron varios lugares donde ubicar los restos: junto al sepulcro de los Reyes Católicos en Granada; el Monasterio de la Rábida, en Huelva; la mezquita de Córdoba o el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando.
Finalmente, el duque de Veragua, descendiente de Colón, decidió el lugar: sus restos descansarían en la Catedral de Sevilla.
Sepulcro
El 17 de noviembre de 1902 se trasladó la caja con los restos al mausoleo construido por el escultor Arturo Mélida. Para ello se erigió un monumento en el que cuatro heraldos representantes de los cuatro reinos españoles (Castilla, León, Aragón y Navarra) sostienen el féretro. En la tapa de la caja se puede leer:
“Aquí yacen los huesos de Cristóbal Colón, primer Almirante y descubridor del Nuevo Mundo R.I.P.A.”.
Mientras, la genética sigue avanzando y se están desarrollando nuevos tipos de marcadores que podrían ayudar a develar otro de los enigmas que envuelven a Cristóbal Colón: su lugar de nacimiento.
En un futuro muy próximo seguro que la ciencia ayudará a dar luz también este misterio.
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2023 |