A la caza de un fantasma: 'El Mencho', el narco más sangriento de México

En ocasiones, los cuerpos decapitados cuelgan de puentes. Otras veces, los torsos mutilados simplemente se aparecen en la calle. A menudo, la carnicería viene con una tarjeta de visita: "CJNG" en letras garabateadas.

Al Cártel Jalisco Nueva Generación le gusta enviar mensajes.

Para los que han seguido el resurgimiento de la guerra contra las drogas en México en los últimos años, el ascenso del cártel es particularmente preocupante: es tan descarado como despiadado. La Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) cree que es responsable de las toneladas de metanfetamina y fentanilo que ingresan a Estados Unidos cada mes.

El CJNG es nuestra prioridad número uno en este momento", afirmó Bill Bodner, el agente especial a cargo de la división de campo de la DEA en Los Ángeles, California, y que supervisa a un grupo de agentes encargados de rastrear al líder del cartel.

Aún así, ese hombre, Nemesio Rubén Oseguera Cervantes, conocido como El Mencho, ha eludido con éxito a las autoridades federales estadounidenses hasta ahora.

El líder del CJNG ha ocupado el vacío que dejó Joaquín El Chapo Guzmán, que lideraba el cártel rival de Sinaloa, tras su captura en 2016, según afirmaron a NBC News, cadena hermana de Telemundo, funcionarios policiales estadounidenses y mexicanos. El CJNG ha dado un paso adelante, según estas fuentes, y ahora se lo considera el cartel más letal de México.

“Los Zetas eran muy temidos. Pero se han encontrado con alguien más fuerte", señaló Bodner.

Cazando a un "fantasma"

La DEA ofrece una recompensa de 10 millones de dólares por información que conduzca al arresto de El Mencho. Pero hasta ahora, las autoridades se no han obtenido nada.

El CJNG nació hace tan solo una década, pero alcanzó al poder mucho más rápido que el cártel rival de Sinaloa. Su influencia ahora se extiende por seis continentes y 28 de los 32 estados de México. Ciudades estadounidenses como Los Ángeles, Chicago, Houston, Atlanta y Nueva York, están afectadas por las drogas del CJNG, según funcionarios de la DEA.

El Mencho ha sido acusado en un tribunal federal de Estados Unidos por cargos de tráfico de drogas, corrupción y asesinato.

Pero seguir su rastro ha sido difícil. Durante un tiempo la DEA creyó que podría estar escondido en las montañas, pero ha sido un desafío detenerlo.

En muchos sentidos, ha sido un "fantasma", recordó una fuente.

El líder del cártel nació en el pequeño pueblo mexicano de Naranjo de Chila en 1966 y vivió durante un tiempo en California; fue arrestado en Estados Unidos en la década de 1980 por vender drogas. Finalmente regresó a Guadalajara y comenzó a trabajar para el cártel Milenio, una subsidiaria del cártel de Sinaloa.

Antes de dividirse en su grupo alrededor de 2010, ascendió de rango. La organización resultante, el CJNG, desataría rápidamente una nueva ola de violencia sobre sus rivales. Después de 2016, cuando El Chapo fue capturado, el derramamiento de sangre se intensificó.

La oscura historia de El Mencho no revela mucho, excepto quizás por qué ha sido tan difícil encontrarlo.

“El Mencho parece ser mucho más disciplinado que El Chapo. Este último tenía un estilo de vida más ostentoso: autos, mujeres, buenos restaurantes, alcohol. El Mencho se contenta con mantenerse alejado de esas cosas, hacer ejercicio, comer bien, mantenerse fuera del radar", explicó Bodner.

Uno de sus pocos vicios conocidos es su amor por las peleas de gallos, que le ha valido otro apodo: El señor de los Gallos.

Los lazos familiares

Rubén Oseguera González, hijo de El Mencho nacido en Estados Unidos, fue arrestado en 2015 y permanece detenido en una prisión de máxima seguridad en México mientras las autoridades estadounidenses solicitan su extradición por cargos de drogas y armas.

Según el diario mexicano El Universal, en 2019 los abogados de González acusaron a un agente de la DEA de sobornar a un magistrado local para que interviniera y acelerara el proceso, alegación que la agencia niega con rotundidad.

“Están tratando de frenar [al agente] en este caso”, declaró Bodner, "es una táctica de un abogado defensor que intenta ralentizar la investigación de un cártel que intenta poner barricadas para evitar que extraditemos a una persona, que es ciudadana estadounidense, por cierto".

La batalla entre la DEA y los cárteles en Guadalajara se ha prolongado durante décadas. Recientemente apareció en la serie de Netflix Narcos: México, que contó la historia del agente Enrique Kiki Camarena, secuestrado y asesinado en 1985.

"Estamos en guerra"

Con su rostro oscurecido por la oscuridad, el hombre recordó vívidamente la última vez que habló con su hijo.

Fue hace más de un año. Le han seguido casi 400 días de agonía: el dolor punzante de un padre que sabe que su hijo ha sido asesinado, pero no puede encontrar el cuerpo.

"No creía que los seres humanos pudieran hacer esto. Estamos en guerra", indicó en una entrevista.

Por razones de seguridad, pidió que no se mostrara su rostro ni se mencionara su nombre, una petición común en México, donde el Gobierno acaba de anunciar que más de 61,000 personas han desaparecido en medio de la guerra contra las drogas, y donde los homicidios superaron los 31,000 en 2019, el año más mortífero que se recuerde.

Llevaba gorra de béisbol, bigote y una sonrisa cansada. Trabajaba como quiropráctico, pero su familia era dueña de un rancho en la zona rural de México, que había pasado de generación en generación. Hasta que decenas de miembros del cártel lo incautaron para fabricar metanfetamina, según dijo.

"El Gobierno no puede controlarlos", afirmó.

En las redes sociales, el CJNG ha publicado horribles demostraciones de decapitaciones y ejecuciones. Otras veces publican videos de propaganda destinados a reclutar nuevos miembros.

Un exfuncionario de inteligencia mexicano indicó que el cártel prepara a los posibles reclutas desde una edad muy temprana, en la adolescencia, con fácil acceso a drogas, promesas de dinero y trabajos.

Las tarjetas de visita de CJNG con logotipos populares, como el de Louis Vuitton, marca de lujo especializada en artículos de viaje, se entregan abiertamente. En algunos vecindarios, los miembros del cártel emplean tácticas el estilo de Robin Hood, héroe y forajido del folclore inglés medieval que defendía a los más oprimidos, entregando alimentos y suministros a las comunidades pobres.

Los jóvenes que son atraídos a unirse son inmediatamente torturados y obligados a convertirse en sicarios o asesinos del cártel. Cuando se hacen mayores, están dispuestos a torturar y decapitar a sus propias víctimas.

La crueldad de los ataques ha generado comparaciones con el grupo terrorista Estado Islámico. “En términos de violencia, sí”, opinó Bodner, el agente de la DEA, “puede que no tengan una ideología religiosa, pero la violencia es la misma”.

"Mancha de sangre"

La DEA otorgó a NBC News acceso a uno de sus laboratorios secretos que analiza las incautaciones de drogas en un lugar no revelado. La agencia ha detectado más metanfetamina cruzar la frontera, y gran parte de ella se atribuye al CJNG. A diferencia de la marihuana o la heroína, la metanfetamina no requiere grandes extensiones de tierra ni buen clima. Los laboratorios se pueden construir en áreas aisladas y la droga sintética puede ser mucho más rentable.

En el laboratorio de la DEA, los técnicos revisaron la composición química de la metanfetamina.

"Es mucho más pura [que antes]", explicó Bodner.

En México, el comisionado de seguridad del estado de Guanajuato afirmó en una entrevista que la adicción a las drogas de los estadounidenses alimenta la demanda, lo que a su vez hace crecer a los cárteles y su tácticas violentas.

"Desafortunadamente, con cada dosis consumida, hay una mancha de sangre. Y es algo que no podemos negar", indicó Sophia Huett.

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