La tartamudez, también llamada «balbuceo» o «trastorno de la fluidez al comienzo de la niñez», es un trastorno del habla que conlleva problemas frecuentes y considerables de fluidez normal y de continuidad del habla. Las personas que tartamudean saben lo que quieren decir, pero tienen dificultades para decirlo. Por ejemplo, pueden repetir o prolongar una palabra, una sílaba, una consonante o una vocal. O bien, es posible que hagan pausas mientras hablan porque han llegado a una palabra o sonido problemáticos.
Sin embargo, a veces, la tartamudez es un trastorno crónico que persiste hasta la adultez. Este tipo de tartamudez puede afectar la autoestima y las interacciones con otras personas.
Los signos y síntomas del tartamudeo comprenden:
• Dificultad para comenzar una palabra, frase u oración
• Prolongación de una palabra o sonido dentro de una palabra
• Repetición de un sonido, sílaba o palabra
• Silencio breve para ciertas sílabas o palabras, o pausas dentro de una palabra (separación de palabras)
• Uso de palabras adicionales como «eh...» en caso de dificultad para continuar con la siguiente palabra
• Tensión excesiva, rigidez o movimiento de la cara o la parte superior del cuerpo para pronunciar una palabra
• Ansiedad por hablar
• Capacidad limitada para comunicarse efectivamente
Las dificultades del habla del tartamudeo pueden estar acompañadas por:
• Parpadeo rápido
• Temblor de los labios y la mandíbula
• Tics faciales
• Movimientos de cabeza
• Puños cerrados
La tartamudez puede empeorar cuando la persona está emocionada, cansada o estresada, o cuando se siente cohibida, apurada o presionada. Ciertas situaciones, como hablar en frente a un grupo o hablar por teléfono, pueden ser particularmente difíciles para la gente que tartamudea.
Sin embargo, la mayoría de las personas que tartamudean pueden hablar sin tartamudear cuando hablan consigo mismas y cuando cantan o hablan al unísono junto a otras personas.
Cuándo consultar al médico o a un logopeda
Es frecuente que los niños de entre 2 y 5 años tengan períodos en los que quizás tartamudean. Para la mayoría de los niños el tartamudeo es parte del aprendizaje del habla y se mejora solo. Sin embargo, un tartamudeo persistente puede necesitar tratamiento para mejorar la fluidez al hablar.
Llama al médico para que te derive a un logopeda o solicita directamente una consulta con uno si el tartamudeo:
• Dura más de seis meses
• Ocurre simultáneamente con otro problema del habla o del lenguaje
• Se vuelve más frecuente o continúa a medida que el niño crece
• Ocurre con tensión muscular o dificultad perceptible del habla
• Afecta la capacidad de comunicarse eficazmente en la escuela, en el trabajo o en las interacciones sociales
• Causa ansiedad o problemas emocionales como miedo o rechazo de situaciones en las que se deba hablar
• Comienza en la adultez
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