Reducción de la jornada laboral: ¿afectará a quienes reciben salario por hora?

En un intento por mejorar la calidad de vida de los trabajadores y fomentar un equilibrio entre vida laboral y personal, algunos países, como México y empresas, están considerando la reducción de la jornada laboral.

Aunque esta medida puede tener beneficios evidentes para muchos empleados, aquellos que reciben un salario por hora podrían enfrentar desafíos financieros significativos.

Este esquema salarial es conocido en la Ley Federal del Trabajo (LFT), por lo que se busca reducir las horas de trabajo sin reducir el salario.

Si bien la reducción de la jornada laboral busca mejorar la calidad de vida de los empleados, también puede aumentar los costos para los empleadores. Esto se debe a que, en algunos casos, las empresas podrían tener que contratar a más empleados para cubrir las horas que se han reducido, lo que podría aumentar la carga financiera.

Las empresas que adoptan la reducción de la jornada laboral necesitarán ajustar sus políticas laborales para adaptarse a esta nueva realidad. Esto incluye la revisión de contratos, la implementación de nuevas políticas de tiempo y la gestión eficiente de la fuerza laboral.

La especialista en Derecho Laboral, Nadia González Elizondo, indicó para el medio de comunicación El Economista, que Colombia ha experimentado recientes modificaciones en su marco laboral al reducir la jornada de trabajo, lo que genera un escenario de expectativas y desafíos, especialmente para los trabajadores remunerados por hora.

Señaló que el Ministerio del Trabajo colombiano destaca que este ajuste implica una reconsideración del valor de la hora diaria para garantizar que los ingresos de los trabajadores no se vean afectados. Sin embargo, la implementación de esta medida plantea ciertos desafíos.

González Elizondo, afirmó que la reducción de la jornada laboral implica la necesidad de un reajuste en el valor de la hora trabajada. A pesar de la intención de mantener los ingresos de los trabajadores, la aplicación precisa de esta medida requiere que los empleadores recalculen cuidadosamente el nuevo valor de la hora, respetando al mismo tiempo el principio de favorabilidad.

Aseveró que los trabajadores remunerados por hora podrían enfrentar desafíos en la liquidación de horas extra, así como en recargos nocturnos, dominicales y festivos. La adaptación a la nueva normativa implica que empleadores y empleados lleguen a acuerdos justos para estas situaciones.

Asimismo, indicó que siguiendo la recomendación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su Recomendación 116, la reducción de la jornada laboral debería realizarse de manera gradual, evitando disminuir los salarios. Las empresas pueden considerar alternativas como el pago por tarea para mantener la productividad.

Finalmente, sugirió que las empresas pueden anticiparse a la reforma realizando un presupuesto de los posibles costos adicionales asociados con la contratación de mano de obra adicional o el pago de horas extras. Esto permitiría una transición más suave y planificada.

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