Después de 18 años, el Estado mexicano ha anunciado la reapertura de la investigación sobre la muerte de Ernestina Ascencio Rosario, una mujer indígena nahua que falleció en 2007 en Soledad Atzompa, Veracruz.
La decisión surge tras la audiencia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), donde se debatió la responsabilidad del Estado en la falta de acceso a la justicia y la protección de sus derechos humanos.
Ernestina Ascencio, de 73 años, falleció el 26 de febrero de 2007, luego de ser encontrada con graves lesiones físicas en las cercanías de instalaciones militares en Soledad Atzompa.
Inicialmente, los peritos de la entonces Procuraduría General de Justicia de Veracruz informaron que presentaba signos de violencia física y sexual. Sin embargo, la investigación se cerró dos meses después, en abril del mismo año, con el dictamen oficial de que la causa de muerte fue "gastritis crónica".
A lo largo de los años, la familia de Ernestina ha buscado justicia y esclarecimiento de los hechos, argumentando que las investigaciones fueron irregulares y que no se garantizó un proceso adecuado para determinar las circunstancias de su muerte.
En la audiencia reciente en la Corte IDH, la defensa de la familia Ascencio expuso que el caso representa una violación de derechos humanos en múltiples dimensiones, incluyendo:
Por su parte, el Estado mexicano reconoció parcialmente su responsabilidad, pero negó la existencia de pruebas directas que vinculen a agentes estatales en los hechos.
Durante la audiencia, el representante de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Pablo Arrocha Olabuenaga, anunció que el caso será reexaminado bajo los estándares de diligencia, efectividad y plazos razonables establecidos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Además, el Estado de México propuso una serie de medidas de reparación y acceso a la justicia para la familia de Ernestina:
Se llevará a cabo una nueva investigación para esclarecer los hechos, bajo un enfoque interseccional que considere la condición de Ernestina como mujer indígena de la tercera edad.
Se garantizará que la investigación se realice con independencia e imparcialidad.
Acto de reconocimiento de responsabilidad
Atención a víctimas indirectas
Acciones de no repetición
No obstante, hasta el momento se han rechazado ciertos montos de indemnización solicitados por la familia y pidió a la Corte IDH que los ajuste conforme a criterios interamericanos.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos deberá analizar las pruebas, los argumentos de ambas partes y el contexto para determinar si el Estado mexicano incumplió sus obligaciones en la protección de los derechos de Ernestina Ascencio y su familia.
Mientras tanto, la reapertura de la investigación representa una oportunidad para esclarecer los hechos, garantizar el derecho a la justicia y reforzar las medidas de protección a comunidades indígenas y mujeres en situaciones de vulnerabilidad.
El caso de Ernestina Ascencio sigue siendo un referente en la lucha por los derechos humanos en México, y su resolución podría sentar un precedente para futuras investigaciones de muertes con posibles irregularidades.
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