La industria agropecuaria se moderniza para exportar a USA

Veracruz está en pleno crecimiento y gran parte de ello está razonado por los clústers agropecuarios que se desarrollan en su territorio.

Según el estudio, aproximadamente 30 millones de hectáreas mexicanas están destinadas a aprovechamiento agrícola, sin embargo, no todas ellas se cultivan y, mucha culpa de ello, la tenía la rentabilidad de no poder trasladar los alimentos perecederos hasta los lineales de otros países de forma ágil, rentable y rápida.

Eso ha cambiado precisamente gracias al esfuerzo tecnológico que han hecho muchas empresas de transporte, convirtiendo parte de su flota en refrigerada, capaz de recoger in situ el producto y llevarlo, con todas las garantías e información y registro de temperatura, hasta el destino.

El sector agropecuario lleva viviendo grandes transformaciones basadas, precisamente, en la tecnología en busca de mejoras de productividad, en nuevos cultivos que responden mejor a la demanda internacional e incluso apostando por ciertas modificaciones en algunas variedades que mejoren el producto.

Pero, sin duda, la clave sigue estando en la comunicación.

Apostar desde México por convertirse en el almacén americano capaz de surtir productos tanto en Norteamérica, su principal socio comercial, como en Latinoamérica, se está convirtiendo en una tendencia clave que está cambiando las políticas comerciales.

“Por suerte, desde hace tiempo las empresas mexicanas han apostado por ser ellas mismas las que gestionan con flotas profesionales sus vías comerciales terrestres. Gracias a la apuesta por convertirse en el hub logístico de referencia y por la tecnología incluida en sus procesos hoy en día se puede monitorizar en tiempo real, vía GPS, dónde se encuentra cada vehículo, la temperatura de la carga o incluso los datos de mantenimiento o averías que puedan surgir durante el trayecto” explican desde Samsara, empresa especializada en la inclusión de software y tecnología de vanguardia en los vehículos de transporte terrestre.

Sin duda, conseguir cerrar la exportación de productos de la industria cafetera, del cítrico o incluso pesquera y cárnica es clave para seguir creciendo a nivel económico.

Durante mucho tiempo la productividad y, sobre todo, la rentabilidad de ciertas explotaciones no terminaba de convencer a los emprendedores. Sin embargo, desde que la pandemia puso en relieve la necesidad de volver a apostar por líneas de comercio más cercanas, las exportaciones a los países vecinos están ayudando a los empresarios del sector agropecuario a ver nuevas vías de desarrollos que, con las tecnologías y con las rutas de transporte, hacen rentable las producciones.

Con las importaciones chinas en claro retroceso en Estados Unidos, México está aprovechando para la creación de fábricas y manufacturas capaces de dar servicio a la demanda desde la cercanía. De hecho, la frontera se va llenando de nuevas industrias capaces de cubrir las necesidades del país vecino a tan solo carreteras de distancia. Con una flota de refrigerados en pleno auge, además, los productos agropecuarios están teniendo una gran acogida en los mercados norteamericanos por la frescura y calidad con la que acaban llegando a sus lineales, abaratando costes y permitiendo de nuevo la creación de miles de puestos de trabajo estables.