Las 'benditas' redes sociales revivieron al inicio de este año las versiones sobre que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) iniciará una vigilancia en las compras que las personas hagan con sus tarjetas de crédito y débito, con el objetivo de controlar sus gastos y llegar a fijar multas o sanciones por erogar más de los ingresos que se tienen.
La forma en que se presenta la información en redes es engañosa y busca confundir a las personas, ya que no existe ninguna nueva disposición o regla fiscal en 2021 que de forma específica ordene vigilar todos los 'tarjetazos'.
La reforma fiscal de 2013 estableció que, tratándose de discrepancia fiscal, se considerarán erogaciones efectuadas por cualquier persona física las consistentes en gastos, adquisiciones de bienes y depósitos en cuentas bancarias, en inversiones financieras o tarjetas de crédito.
Es decir, las tarjetas son una de varias fuentes de información que tiene el servicio para obtener datos sobre los gastos de los contribuyentes. La autoridad incluso puede solicitar a los bancos la información que considere necesaria para poder fiscalizar a las personas.
¿Entonces es algo nuevo? No, la discrepancia fiscal a la que da seguimiento la autoridad laboral existe desde hace varios años.
Con información de El Financiero
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