Tras una vida larga, algo que pocos políticos pueden darse el lujo, falleció Luis Echeverría Álvarez, presidente de México de 1970 a 1976.
Un gobierno lleno de contrastes, más ligado a la palabra ‘represión’ debido a la persecución de distintos actores políticos y hacia medios de comunicación. Sin embargo, durante su gobierno también se impulsó una relación con el presidente chileno, Salvador Allende, y el venezolano Carlos Andrés Pérez, impulsando la creación del Sistema Económico Latinoamericano en 1975.
Incluso fue uno de los mandatarios que se pronunció en contra de la dictadura de Francisco Franco en España, buscando impulsar sanciones hacia ese país tras la ejecución de diversos líderes contrarios al régimen, lo que fue respondido por ese gobierno, recordando la participación de Echeverría en los hechos de 1968.
Por otro lado, en materia económica, el gobierno de Luis Echeverría pretendió pasar a un modelo de desarrollo compartido, que buscaba el reparto equitativo de la riqueza y que derivó en la creación de fideicomisos y empresas estatales, incremento en la obra pública y cientos de subsidios al campo, ganadería, pesca y los apoyos sociales.
Su frase de campaña hacía referencia directa al “estancamiento” que –afirmaba- se vivía en México con el anterior modelo; incluso aceptó que esto no cayó muy bien con su antecesor, con quien, según él decía, ya no hablaba tras tomar la presidencia.
Según diversos historiadores, esto derivó en una fuerte crisis al final de su sexenio, afectando más al sector social que pretendía ayudar; el ex presidente siempre justificó que este golpe económico fue consecuencia del panorama internacional –Guerra Fría- que en ese momento se vivía.
Fue en su mandato cuando el peso pasó de tener un tipo de cambio de 12.50 por dólar (estable desde 1954) hasta los 20 pesos por dólar a finales de 1976; además, la tasa de inflación creció hasta alcanzar el 27 por ciento anual, junto con la devaluación de la moneda nacional. Desde ese momento, la volatilidad del peso y la economía nacional ha sido el pan de cada día de las administraciones venideras.
Lo que más marcó el gobierno de Echeverría Álvarez fue sin lugar a dudas su relación como secretario de Gobierno de Gustavo Díaz Ordaz en la matanza de Tlatelolco; además del llamado ‘Halconazo’ en 1971, donde al menos 17 personas murieron en una nueva protesta estudiantil.
“La verdad el ejército lo maneja el jefe supremo de las fuerzas armadas, que es el presidente”, declaró alguna vez para una revista.
En 2005 fue acusado por delitos de lesa humanidad, principalmente por el periodo conocido como ‘Guerra Sucia’, caracterizado por frenar cualquier movimiento parecido al de 1968, y del cual aún no se sabe cuántas personas fueron víctimas de desaparición forzada, asesinato o tortura.
Fue exonerado dos años después al no haber “elementos suficientes” que lo involucraran en los hechos. Pasó el resto del tiempo en su casa, lejos de los reflectores, sin hacer muchas declaraciones. La última vez que fue visto fue en el Estadio Olímpico Universitario, recibiendo una segunda dosis de la vacuna contra covid-19.
Murió en su casa, según informaron sus familiares (tuvo ocho hijos, 19 nietos y 14 bisnietos). Otro gusto que pocas personas pueden darse tras una vida llena de claroscuros.
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