AMLO lamenta quema de libros de textos gratuitos en San Cristóbal de Las Casas

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lamentó que pobladores indígenas tzotziles de San Cristóbal de Las Casas, en el estado de Chiapas, incendiaran los libros gratuitos de textos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), porque explican temas de “el diablo”.

Durante la conferencia de prensa de este lunes 21 de agosto, el jefe del Ejecutivo Federal se pronunció ante la queda de libros ocurrido este domingo en el estado de Chiapas, señalando que están en su derecho de manifestarse, pero no tienen razón.

“Están en su derecho de manifestarse, somos libres. Nada más que no tienen razón quienes piensan que se adoctrina con los libros y se inyecta el virus del comunismo, pues están totalmente desinformados y manipulados”.

El presidente López Obrador reprochó que los padres de familia de San Cristóbal de las Casas hayan quemado los libros de textos de la SEP, indicando que se encuentran mal informados.

“Están mal informados, y no deberían de prestarse a ser manipulados por los dirigentes del bloque conservador”.

¿Qué ocurrió?

Este domingo 20 de agosto, los habitantes de la comunidad San Antonio del Monte, pertenecientes al grupo indígena tzotzil y ubicados en el municipio de San Cristóbal de las Casas en Chiapas, llevaron a cabo un acto peculiar al destruir públicamente los libros de texto gratuitos que iban a ser utilizados en el próximo ciclo escolar.

Este evento fue protagonizado por miembros del grupo de padres de familia de la escuela primaria Benito Juárez, quienes expresaron sus preocupaciones sobre el contenido de los libros.

La razón detrás de este acto radica en la percepción de que los libros de texto contienen elementos considerados "inapropiados" desde su perspectiva cultural y religiosa.

Específicamente, argumentan que los conceptos relacionados con la "diversidad sexual" y el "amor entre personas del mismo género" son contrarios a sus creencias y tradiciones.

Como respuesta a esta preocupación, los padres de familia lideraron una campaña para recolectar firmas de otros tutores de estudiantes en desacuerdo con la utilización de estos libros en las escuelas.

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