Mario Figueroa Mundo, el alcalde del municipio de Taxco de Alarcón, Guerrero, acusó a la Fiscalía General del Estado (FGE) de no haber actuado a tiempo en el caso del secuestro y asesinato de la niña Camila.
Este retraso, según el edil, contribuyó a que los ciudadanos tomaran la justicia por su mano en un acto de linchamiento contra los presuntos responsables.
El incidente, que tuvo lugar el pasado 27 de marzo, comenzó con la desaparición de Camila, la cual fue rápidamente denunciada por sus padres. A pesar de los esfuerzos, la respuesta de las autoridades fue insuficiente, culminando en el hallazgo del cuerpo de la menor y la posterior ira de la comunidad.
Figueroa Mundo detalló cómo, frente a la gravedad de los hechos, las fuerzas de seguridad estatales se retiraron del lugar dejando a la policía municipal sin el respaldo necesario. Esta situación exacerbó la tensión, resultando en agresiones contra los oficiales y el uso de gasolina contra ellos y sus unidades.
A pesar de la detención del taxi y su conductor, elementos claves para localizar a Camila, el alcalde señaló la inacción de la FGE para emitir las órdenes de aprehensión y cateo necesarias. Esta falta de medidas efectivas, según él, impidió la intervención adecuada y permitió que los acontecimientos escalaran a violencia.
La respuesta de las autoridades estatales y la FGE ha sido objeto de críticas, no solo por parte del alcalde sino también por la comunidad afectada. El linchamiento de los presuntos responsables refleja el profundo descontento y desesperación de los ciudadanos ante la percepción de impunidad y falta de justicia.
El caso de Camila en Taxco resalta la importancia de una respuesta rápida y coordinada por parte de las autoridades ante delitos graves. Mientras la comunidad busca justicia y sanación, este incidente subraya el desafío constante de asegurar la seguridad y el orden público.
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