Hoy en día, los auriculares se han convertido en un accesorio indispensable. Ya sea para escuchar música, ver videos, atender llamadas o aislarse del ruido exterior, muchas personas los usan durante horas sin imaginar el daño que podrían estar causando a su audición.
Pero, ¿qué tan peligroso es el uso excesivo de audífonos? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de mil millones de jóvenes en el mundo están en riesgo de pérdida auditiva permanente debido a la exposición prolongada a sonidos fuertes.
Si eres de los que no sale de casa sin los audífonos, aquí te contamos qué riesgos puedes estar corriendo y cómo puedes proteger tu audición antes de que sea demasiado tarde.
Escuchar música o cualquier sonido a volúmenes elevados y por largos periodos de tiempo puede causar daño progresivo en el oído interno.
Diversos especialista en medicina del deporte y riesgo cardiovascular, advierten que a partir de 85 decibeles, el sonido comienza a ser peligroso para el oído.
Para darte una idea de qué nivel de volumen representa:
El problema no solo es el volumen, sino el tiempo de exposición. La OMS recomienda no usar audífonos por más de 60 minutos seguidos a un volumen superior al 60% de su capacidad.
1. Pérdida auditiva prematura
Escuchar música a volumen alto durante horas diarias puede provocar sordera parcial o permanente. Los estudios indican que el 13% de los adolescentes y el 17% de los adultos jóvenes ya presentan algún grado de pérdida auditiva provocada por el ruido.
2. Zumbidos en los oídos (tinnitus)
Si después de usar audífonos experimentas zumbidos o pitidos en los oídos, es una señal de que tu audición está siendo afectada. El tinnitus puede volverse crónico y afectar la calidad de vida.
3. Infecciones en los oídos
El uso prolongado de audífonos aumenta la humedad en el oído, lo que puede provocar infecciones bacterianas o acumulación de cerumen. Compartir audífonos con otras personas multiplica el riesgo de infecciones.
4. Dolor de cabeza y fatiga auditiva
Usar audífonos con volumen alto puede sobrecargar el sistema auditivo, causando dolores de cabeza, estrés e incluso mareos.
5. Aislamiento social y dependencia
Muchas personas no pueden salir sin sus audífonos y llegan a depender de ellos para todo. Este hábito puede reducir la capacidad de concentración y afectar la interacción social.
Si no quieres renunciar a tus audífonos, sigue estas recomendaciones:
El uso excesivo de audífonos puede tener consecuencias graves a largo plazo, y lo peor es que muchas personas no se dan cuenta hasta que ya es demasiado tarde.
Si bien no es necesario dejar de usarlos, es importante hacerlo de manera responsable para evitar daños irreversibles. Cuidar tu audición hoy puede hacer la diferencia en el futuro.
Si experimentas zumbidos, dificultad para escuchar o molestias en los oídos, es momento de actuar. Recuerda que la salud auditiva no se recupera, pero sí se puede proteger.
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