En esta era digital, es común escuchar términos nuevos que describen comportamientos en las relaciones interpersonales, y uno de los que ha ganado popularidad es el "orbiting".
Si alguna vez sentiste que alguien sigue "rondando" tu vida tras terminar una relación, es probable que hayas experimentado esto. A continuación, te contamos qué es el orbiting y por qué puede ser más doloroso que el famoso "ghosting".
El "orbiting" ocurre cuando una persona termina una relación, pero en lugar de desaparecer por completo, sigue interactuando de manera superficial.
Un ejemplo típico es cuando esa persona ve tus historias en redes sociales, reacciona a tus publicaciones o incluso envía mensajes esporádicos, pero evita cualquier tipo de contacto profundo o conversación significativa.
En ese sentido, es como si siguieran "dando vueltas" a tu alrededor, sin involucrarse realmente.
El término proviene del verbo en inglés "to orbit", que significa orbitar. Al igual que los planetas giran alrededor del sol sin tocarlo, los "orbits" o "orbitadores" siguen tu vida desde la distancia, sin llegar a una conexión real.
Aunque a simple vista puede parecer inofensivo, este comportamiento puede generar confusión y ansiedad.
A diferencia del "ghosting", donde la persona desaparece por completo sin dejar rastro, el orbiting mantiene viva una especie de esperanza ambigua. Según los expertos, esto puede ser incluso más doloroso porque genera incertidumbre.
Te preguntas: "¿Por qué siguen viendo mis historias? ¿Querrán volver?". Esto pone al cerebro en un estado de hipervigilancia, buscando respuestas y generando más estrés.
La incertidumbre puede llevar a problemas de salud física y mental, como:
Este estado de ambigüedad dificulta que la persona afectada siga adelante con su vida, atrapada en un ciclo de preguntas sin respuesta.
El orbiting y el ghosting son cada vez más comunes en la era digital, y aunque ambos son dolorosos, el orbiting puede causar más confusión.
Un estudio publicado en la Journal of Psychosocial Research on Cyberspace sugiere que las señales ambiguas que dejan los "orbiters" pueden amortiguar el golpe emocional de una ruptura, pero al mismo tiempo, dificultan el cierre emocional.
Si te encuentras en una situación de orbiting, lo mejor es establecer límites claros.
Si la persona sigue interactuando en tus redes sociales sin querer tener una conversación real, considera bloquear o limitar su acceso a tus publicaciones.
Recuerda que mereces claridad y no estar atrapado en una relación ambigua.
El orbiting puede ser una experiencia frustrante, pero entender qué es y cómo afecta tus emociones es el primer paso para superarlo.
Mantén tu bienestar emocional como prioridad y no dudes en alejarte de quienes no aportan claridad a tu vida.
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