Varios estados del país ya se encuentran listos para la temporada de ciclones, sin embargo, aunque estos fenómenos meteorológicos son latentes, tanto del lado del océano Pacífico como en el Golfo de México, Tampico es una ciudad costera a la que no le ha pegado un huracán en más de 50 años.
Tanto ha sido la buena racha de esta parte de Tamaulipas que, incluso, está la creencia de ser protegida por aliens.
Irandi Gutiérrez, académico del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey explica que después del último huracán que llegó a la zona, en 1966, los pescadores del sur de Tamaulipas construyeron una estatua al inicio del Río Pánuco.
La imagen era en honor a la Virgen del Carmen, santa patrona de los pescadores.
Poco después, en Tampico, surgió la idea de que existía algo más que los protegía de este tipo de fenómenos meteorológicos.
Es cuando llega la creencia de una base alienígena, además de que los habitantes habrían tenido avistamientos de objetos no identificados que iban desde el fondo del mar hasta el cielo.
Hablan también de una supuesta base alienígena localizada a 13 kilómetros de las escolleras, en el fondo del océano, de nombre “Amupac”, sitio que protege a la ciudad de Tampico.
“La explicación de los marcianos se está gestando como una divertida tradición oral que ha empezado a trascender varias generaciones, creando un atractivo turístico. Es una joven leyenda que cruza las fronteras. Es más fácil engañar, que convencer a alguien de que ha sido engañado”, más ahora con las redes sociales, dijo Irandi Gutiérrez, académico del Tec de Monterrey.
De acuerdo con Irandi Gutiérrez, la temperatura del océano y la orografía son de las explicaciones más destacadas para que esta ciudad no lo afecten los huracanes.
Explica que la temperatura del agua en Tampico en invierno alcanza los 23°C; en primavera, los 25°C; en verano, los 28°C, y en otoño, los 28°C.
Caso contrario a otras ciudades costeras, como Cancún, que en invierno alcanza los 27°C; en primavera, los 27°C; en verano, aumenta a 29°C, y en otoño es de 29°C.
“Al ser el agua de uno a dos grados más fría de lo normal, llega a jalar la masa de aire y por consiguiente se provoca el rechazo de los huracanes”.
Por consiguiente, la masa de aire que entra por el Golfo se desvía hacia las planicies de Estados Unidos y hacia el Istmo de Tehuantepec.
“Esto crea un espacio de bajas rachas eólicas en algunas zonas de la costa del Golfo de México”, explicó.
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2024 |