5 refrescos que no deberían consumir los niños, según Profeco

Las bebidas gaseosas son ampliamente consumidas en México a pesar de los posibles riesgos para la salud derivados de sus ingredientes. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha lanzado una advertencia sobre ciertos refrescos que podrían ser especialmente perjudiciales debido a su alto contenido de azúcar o a su etiquetado poco confiable.

Según un estudio realizado por la Profeco en 2023 y publicado en la Revista del Consumidor, se encontró que en el mercado mexicano hay al menos 22 tipos de refrescos que contienen azúcares añadidos y edulcorantes no calóricos, así como algunos sin edulcorantes, pero con cafeína, lo cual puede ser dañino si se consume de forma regular.

Entre las bebidas señaladas por la Profeco por exceder las normativas y consideradas como no aptas incluso para niños se encuentran Barrilitos, Coca Cola sabor original, Delaware Punch, Dr. Pepper, Fanta, Fresca, Jarritos, Jumex naranjada frutzzo, Kas, Manzanita Sol, Mirinda, Orange Crush, Sangría Señorial, Sidral Aga, Sidral, Pepsi y Red Cola.

Aquellas que obtuvieron peor calificación por su contenido y etiquetado son Barrilitos, aunque carezca de cafeína, Coca Cola, Sangría Señorial, Sidral Aga y Ameyal, aunque este último es apto para niños, al igual que Chaparritas.

La Profeco advierte que los refrescos con más azúcar son Sidral Aga, Jarritos y Barrilitos. El consumo excesivo de estos productos puede llevar a la obesidad y, consecuentemente, aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Además, el consumo excesivo de refrescos por parte de los niños puede provocar hiperactividad, ansiedad y alteraciones en los patrones de sueño debido a la cafeína que contienen la mayoría de estas bebidas.

La recomendación de la Profeco para quienes adquieren estas bebidas es revisar detenidamente el etiquetado y las alertas del Nuevo Etiquetado Frontal, donde se indica qué refrescos no cumplen con las cantidades recomendadas de azúcar o calorías.

Es importante tener en cuenta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir el consumo de refrescos debido a su asociación con la diabetes tipo 2 y las caries dentales cuando se consumen en exceso.

Reducir el consumo de refrescos puede disminuir la ingesta de "azúcares libres", lo que en muchos casos conlleva una mejora en la nutrición. Los azúcares libres son los que se añaden a los alimentos, como la glucosa, la fructosa y la sacarosa o azúcar de mesa.

La preocupación por el consumo de azúcares surgió con el aumento de la obesidad a nivel mundial; en 2014, más de un tercio de los adultos tenían sobrepeso, lo que indica un aumento considerable desde 1980.

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