El volcán El Kilauea entró en erupción en la Isla Grande de Hawái, así lo confirmaron los funcionarios del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) ante la estructura terrestre que es constantemente monitoreada debido a que es considerada como una de las más activas del planeta.
Según lo revelado por los expertos del USGS, el comienzo de la erupción fue en el cráter Halemaumau, el cual se encuentra ubicado en la cima del volcán.
Imágenes tomadas por una webcam mostraron fuentes de lava que cubrían la superficie del cráter y arrojaban nubes de gases volcánicos. En la misma zona se formó anteriormente un gran lago de lava en varias ocasiones.
Según los reportes, la erupción se produjo en una zona en la que no hay viviendas y está completamente contenida en el Parque Nacional de los Volcanes.
Ken Hon, el científico del USGS a cargo del Observatorio de Volcanes de Hawai, dijo que “todas las señales indican que permanecerá dentro del cráter”.
“No vemos ningún indicio de que la lava se esté moviendo hacia la parte inferior de la zona oriental de la grieta, donde vive la gente. Actualmente, toda la actividad se realiza dentro del parque”, agregó.
La alerta por volcán se elevó a “advertencia” y el código para la aviación cambió a rojo.
Previo a la erupción, los funcionarios dijeron que detectaron un aumento de la actividad sísmica y de la elevación del piso, por lo que incrementaron los niveles de alerta.
El Kilauea registró una gran erupción en 2018 que destruyó más de 700 viviendas y desplazó a miles de personas. Hasta entonces, el volcán llevaba décadas de una erupción lenta, en su mayoría lejos de zonas residenciales densamente pobladas.
La misma zona que entró en erupción el miércoles también estuvo activa entre diciembre y mayo pasados.
Antes de la gran erupción de 2018, el Kilauea había estado en erupción desde 1983 y corrientes de lava ocasionalmente cubrían granjas y hogares rurales. Durante ese tiempo, la lava a veces llegaba al océano, provocando interacciones drásticas con el agua.
Durante cuatro meses en 2018, el Kilauea arrojó suficiente lava para llenar 320 mil piscinas olímpicas, enterrando un área de más de la mitad del tamaño de Manhattan en hasta 24 metros de lava ahora endurecida. La roca fundida redujo puntos de referencia, calles y vecindarios a un vasto campo de rocas ennegrecidas y fragmentos volcánicos.
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2023 |