La tormenta tropical Eta atravesó el territorio cubano la madrugada del domingo provocando crecidas de ríos e inundaciones de zonas costeras, al tiempo que se realizaban evacuaciones de familias, previo a que el meteoro siguiera con rumbo al estrecho de la Florida.
Por ahora no se reportan víctimas fatales en la isla caribeña, como sí sucedió en Centroamérica y el sur de México adonde dejó decenas de muertos en los días previos. En Guatemala todavía se busca a sobrevivientes.
Las autoridades cubanas informaron que 74 mil personas habían sido evacuadas —ocho mil en centros especiales y el resto en casas de familias— principalmente en las provincias de Villa Clara Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, en el centro del país.
“El impacto fundamental ha sido con las lluvias”, dijo el meteorólogo José Rubiera, el mayor experto en ciclones de Cuba y quien indicó que 70 estaciones de la isla registraron más de 100 milímetros de agua acumulada y de ellas dos informaron sobre más de 300 milímetros.
El Instituto de Meteorología de Cuba determinó que Eta penetró sobre las 4.30 am locales por la costa sur en los límites de Sancti Spíritus y Ciego de Ávila con vientos sostenidos de 100 kilómetros por hora y rachas superiores.
La salida del meteoro se produjo en la mañana por el municipio Chambas, Ciego de Ávila. Mantendrá un rumbo norte-nordeste con disminución en su velocidad de traslación.
Hubo caída de árboles, postes en el piso, personas que debieron ser ayudadas desde sus techos por rescatistas y sobre todo fuertes aguaceros.
Se registraron crecidas en el Río Chambas y en el Majagua en Sancti Spíritus y hasta en el río Vicana, en la provincia de Granma. En zonas costeras del sur las olas alcanzaron hasta cuatro metros.
Pero a medida que pasaron las horas comenzó a preocupar la situación en La Habana, pues a partir de la salida al mar de Eta con rumbo a La Florida, se espera que Eta da un giro hacia el oeste para salir al Golfo de México y transitará el lunes frente a la capital cubana, hogar de dos millones de personas.
Rubiera explicó que estará lo suficientemente lejos como para no afectar con sus vientos, pero “el peligro no ha pasado” y se prevén inundaciones severas costeras en el Malecón de la capital con zonas especialmente bajas.
Mientras tanto, rescatistas en Guatemala seguían buscando el domingo a personas que se creía fueron sepultadas por un enorme alud de tierra provocado por la lluvia. Las autoridades confirmaron hasta ahora 27 muertos y al menos 108 desaparecidos en Guatemala, muchos de ellos en el deslave en San Cristóbal Verapaz.
En la jornada, se reportó el desplome de una avioneta tras despejar del aeropuerto de Ciudad de Guatemala con ayuda para los afectados por ETA en el occidente del país centroamericano. Una persona murió en el percance, según los bomberos.
De acuerdo con las autoridades guatemaltecas, unas 60.000 personas han sido evacuadas de zonas de riesgo y 240.000 se han visto afectadas por deslaves e inundaciones a consecuencia de los rezagos de la tormenta.
El papa Francisco habló este domingo sobre la población de Centroamérica, golpeada “por un violento huracán, que ha causado muchas víctimas y enormes daños, agravado también por la ya difícil situación debido a la pandemia”. En declaraciones a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, Francisco rezó para que “el Señor reciba a los difuntos, consuele a sus familias y sostenga a todos los que han sido sometidos a prueba, así como a todos los que están haciendo todo lo posible para ayudarlos”.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos emitió alertas por tormenta tropical para el sur de Florida y los Cayos, así como varias advertencias para el centro de Cuba. Partes del sur de Florida y de los Cayos estaban bajo alerta de huracán.
Según este instituto, pasado el mediodía del domingo Eta se encontraba a 235 kilómetros al sureste de Marathon y 275 kilómetros de Miami. Se prevé que la tormenta llegará a los Cayos y el sur de Florida el domingo por la noche o el lunes.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró el sábado el estado de emergencia en ocho condados en el extremo del estado ante el avance de Eta y pidió a los residentes que se aprovisionaran. El sur de Florida empezó a vaciar puertos, y se abrieron unos pocos refugios en Miami y los Cayos de Florida para personas que vivían en casas rodantes o zonas bajas.
El condado de Miami-Dade declaró el estado de emergencia el viernes por la noche y señaló que habría una advertencia por inundaciones activa hasta el martes por la noche.
Más al sur, en los Cayos, las autoridades seguían de cerca los movimientos del meteoro, aunque por el momento no tenían planes de evacuar a turistas o residentes. Instaron a la población a asegurar sus embarcaciones e instaron a los visitantes a reconsiderar sus planes hasta que hubiera pasado la tormenta.
Eta llegó a ser un huracán de categoría 4, y las autoridades desde Panamá a México seguían evaluando los daños tras varios días de lluvias torrenciales esta semana.
En Guatemala, los equipos de búsqueda primero tuvieron que superar múltiples deslaves y lodo profundo tan sólo para arribar al lugar donde las autoridades calculan que unas 150 viviendas fueron devastadas.
En la vecina Honduras, María Elena Mejía Guadron, de 68 años, murió cuando las aguas lodosas del río Chamelecón inundaron el vecindario Planeta en San Pedro Sula el jueves antes del amanecer.
Mirian Esperanza Nájera Mejía había evacuado su vivienda durante la noche con sus dos hijos y Mejía, su madre. Pero, mientras ella se sujetó con fuerza de sus hijos, la corriente arrastró a Mejía.
En el sur de México, al otro lado de la frontera con Guatemala, 20 personas murieron luego que intensas lluvias asociadas a Eta provocaron deslaves y crecidas en arroyos y ríos, según Elías Morales Rodríguez, funcionario de protección civil del estado de Chiapas.
El peor incidente en México ocurrió en el municipio montañoso de Chenalhó, donde 10 personas fueron arrastradas por un arroyo crecido debido a la lluvia; sus cadáveres fueron encontrados posteriormente río abajo.
Las inundaciones en el vecino estado de Tabasco eran tan extensas que el presidente Andrés Manuel López Obrador acortó un viaje al oeste de México para volar a Tabasco, su estado natal, y supervisar las labores de ayuda.
El huracán Eta llegó al noreste de Nicaragua y arrojó lluvias torrenciales durante días conforme se acercaba lentamente hacia la costa. Las intensas lluvias también golpearon fuerte a la zona occidental de Panamá, donde dejó ocho muertos y centenares de damnificados.
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