Un hombre que participó en el asalto al Capitolio con la cara pintada, un casco con cuernos y sin camisa, expresó que está arrepentido por su participación en la revuelta y se siente desilusionado por el expresidente Donald Trump.
Jacob Chansley, oriundo de Arizona, afirmó que ha reflexionado sobre su vida en el tiempo que ha estado en la cárcel y que ahora acepta que no debió haber participado en el ataque al palacio legislativo.
En un comunicado difundido por su abogado, Chansley dijo que el exmandatario “desilusionó a mucha gente pacífica”.
Somos gente buena que le tenemos gran aprecio a nuestro país. Sean pacientes conmigo y con otra gente pacífica como yo que están teniendo dificultades averiguando qué nos pasó, qué pasó a nuestro alrededor, qué hicimos”, dijo, y aseguró que está haciendo examen de conciencia.
El abogado del acusado, Al Watkinsen, pidió, pero no consiguió, que Trump indultara a Chansley antes de dejar la presidencia.
El defensor informó que el Senado rechazó su oferta de llevar a su cliente a que testifique ante los legisladores sobre cómo fue incitado por el exmandatario.
Si tú crees que el gobierno tiene razón en procesar a Trump, no puedes al mismo tiempo considerar criminales a quienes fueron incitados, porque los incitados fueron víctimas”, expresó Watkinsen.
Chansley estaba entre la multitud de seguidores de Trump que sometieron a los guardias de seguridad, e irrumpió en el Capitolio el 6 de enero, cuando congresistas contaban los votos con la victoria de Joe Biden.
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