Tras la huida del presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, tomó posesión del cargo, lo que incrementó las protestas en el país indio.
Hasta el momento, Rajapaksa no ha renunciado a la presidencia de Sri Lanka; sin embargo, el presidente del Parlamento, Mahinda Yapa Abeywardena, indicó que solo es cuestión de horas para que esto suceda, por lo que ya se preparan para elegir a un nuevo presidente.
Por ahora, el primer ministro permanece al frente del país, en medio de una ola de protestas que continúa intensificándose afuera de su oficina. Pese a esto, Wickremesinghe ha afirmado que no se marchará hasta que haya un nuevo gobierno.
Las multitudes siguen marchando por las calles hacia el recinto oficial, por lo que el primer ministro ya pidió al Ejército y a la Policía que hagan lo necesario para restablecer el orden.
“Los manifestantes quieren impedir que cumpla con mis responsabilidades como presidente en funciones. No podemos permitir que los fascistas tomen el control", apuntó.
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