En el sur de Estados Unidos, existe una severa sequía que está obligando a ganaderos de ese país a vender su ganado gordo, listo para sacrificio, a rastros mexicanos, incluso a menor precio.
En los primeros cuatro meses del año, el volumen exportado para acá alcanzó una cifra récord histórica, de 41 mil 647 cabezas.
Cifras del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), con base en los datos más recientes del SAT, detallan que ese volumen representó 141 por ciento más, o 24 mil 385 reses más, que las reses ingresadas al país de enero a abril del año pasado.
Además, revelan que el ganado importado en abril promedió un valor de mil 191 dólares por cabeza, esto es 11.3 por ciento menos que el valor que promediaron las reses ingresadas en enero de este año.
Hasta febrero del 2022, engordadores de ganado bovino en Estados Unidos estuvieron exportando parte de sus hatos a México ante la falta de personal en sus rastros y empacadoras, debido a los altos contagios del Covid-19.
Sin embargo, Héctor Garza Garza, presidente de la Asociación Mexicana de Productores de Carne de Res (AMEG), refirió que ahora son los productores de reses (es decir, los que abastecen a las engordas) quienes están exportando sus reses de manera directa a México ante la falta de pastizales.
Indicó que los corrales de engorda en Estados Unidos están casi al tope y que por lo mismo sus dueños redujeron las compras de ganado.
/Mt
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