Luego de que Salvador Ramos, de 18 años, abriera fuego contra una primaria en Texas, su madre, Adriana Martínez, pidió que no juzguen a su hijo.
“No sé en qué estaba pensando, él tenía sus razones para hacer lo que hizo. Por favor, no lo juzguen”, dijo.
La mujer dijo que, entre las posibles razones por las que su hijo cometió este crimen, está el que no le ofrecía la suficiente atención.
“Acérquense más a sus hijos. No pongan atención solo en las cosas malas”, pidió.
Salvador disparó contra su abuela antes de cometer el tiroteo en la escuela, y, se presume, el joven actuó solo.
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