La muerte de Pelé generó reacciones políticas de todo tipo, pero su deceso ocurre a sólo horas de la transición en el gobierno de Brasil, que ha estado marcada por la violencia política y la división ideológica entre los dos mandatarios con mayor impacto en la sociedad brasileña: Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro.
El próximo presidente de Brasil aseguró que "tuvo el privilegio que no tuvieron los jóvenes brasileños: vio jugar a Pelé", añadiendo que "pocos brasileños llevaron el nombre de nuestro país tan lejos como él".
"Confieso que estaba enojado con Pelé, porque él siempre masacraba a mi Corinthians. Pero, ante todo, lo admiraba, Pelé nos dejó hoy.
Se fue a hacer mesa en el cielo con Coutinho, su gran compañero en el Santos. Ahora tiene la compañía de tantas estrellas eternas: Didi, Garrincha, Nilton Santos, Sócrates, Maradona.Dejó una certeza: nunca había habido un 10 como él. Gracias, Pelé.", agregó el futuro mandatario en varios tuits.
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