La princesa Mako de Japón, sobrina del emperador, se casó el martes con su novio de la universidad y renunció a su título real, afirmando que está decidida a construir una vida feliz con su “irremplazable” marido después de un turbulento compromiso.
En una conferencia de prensa junto a su esposo, el plebeyo Kei Komuro, marcada por una franqueza inusual para la familia real de Japón, Mako dijo que su matrimonio con Komuro era inevitable a pesar de la oposición generalizada que enfrentaba.
Mako, conocida ahora como Mako Komuro, recibió un diagnóstico de Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT) previamente este año, después de que su compromiso fue asediado por un escándalo financiero, un intenso escrutinio de la prensa y estar tres años separada de su prometido.
“Kei es irremplazable para mí. Para nosotros, el matrimonio es una elección necesaria para vivir cuidando nuestros corazones”, dijo Mako en la conferencia de prensa.
Agregó que noticias “incorrectas” sobre su nuevo marido le habían causado “gran temor, estrés y tristeza”.
“El flujo de críticas arbitrarias de las acciones de Kei, así como la especulación unilateral que ignoró mis sentimientos, hizo que las mentiras de alguna manera parecieran realidad y se convirtieran en una historia no provocada que se propagó”, sostuvo.
La pareja, ambos de 30 años, se casó en la mañana después de que un funcionario de la Agencia de la Casa Imperial (IHA), a cargo de la vida de la familia, presentara la documentación a una oficina local que registraba su matrimonio.
Los matrimonios reales generalmente involucran una serie de ceremonias formales y una celebración, pero la pareja renunció a todos los ritos e, incluso, rechazó los 1.3 millones de dólares que generalmente se dan a las mujeres que dejan la familia.
Durante la conferencia de prensa, Komuro se comprometió a proteger y apoyar a Mako.
“Amo a Mako. Quiero pasar la única vida que tengo con quien amo”.
Ambos anunciaron su compromiso en 2017 en una conferencia de prensa, donde las sonrisas que intercambiaron se ganaron los corazones del país. Pero las cosas cambiaron cuando la prensa sensacionalista informó de un escándalo financiero que involucró a la madre de Komuro, lo que llevó a los medios a volverse en su contra.
El matrimonio se pospuso y él se fue de Japón para estudiar derecho en Nueva York en 2018, manteniéndose en contacto con Mako a través de Internet. Finalmente se reunieron este mes.
Las imágenes de televisión mostraron a Mako con un vestido color pastel y perlas, despidiéndose de sus padres y de su hermana de 26 años, Kako, en la entrada de su casa. Aunque todos llevaban mascarillas de acuerdo con el protocolo para contener la propagación del coronavirus en Japón, se podía ver a su madre parpadeando rápidamente, como si quisiera contener las lágrimas.
La pareja vivirá en Nueva York, luego de que Mako solicite su primer pasaporte.
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