Entre los primeros complots de Washington contra la revolución cubana estaba uno para asesinar a Raúl Castro en 1960, y poco después otro más -poco conocido entre los múltiples ya antes revelados- para asesinar a su hermano Fidel como parte del operativo de la invasión de la Bahía de Cochinos.
Lo anterior lo revelan documentos secretos presentados por el centro de investigaciones independiente National Security Archive para marcar el 60 aniversario de Playa Girón y el retiro anunciado de Raúl Castro
Altos oficiales de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) elaboraron un complot -el más antiguo de los conocidos hasta ahora- contra líderes de la Revolución Cubana al ofrecer 10 mil dólares al piloto de un avión que transportaba a Raúl Castro de Praga a La Habana, pagable sólo después de lograr aparentar un accidente aéreo durante el vuelo.
Condiciones
El piloto, quien había sido reclutado previamente por la CIA como informante en Cuba, solicitó que en el evento de su propia muerte el gobierno de Estados Unidos se encargaría de asegurar una educación universitaria para sus dos hijos, algo que la CIA aprobó.
Después de que Martínez despegó rumbo a Praga, el cuartel de la CIA envió otro cable ordenando la cancelación del complot, pero ya no había manera de comunicarse con el piloto.
Cuando regresó el piloto a La Habana le informó a Murray -contacto de la CIA- que no había oportunidad para realizar un “accidente” del tipo que habían contemplado.
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