Hunter Biden, el hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, enfrenta una nueva acusación relacionada a sus impuestos.
Estos cargos están relacionados con una investigación del Departamento de Justicia sobre sus impuestos, siendo el segundo caso penal que presentan contra Biden.
Entre estas acusaciones está el incumplimiento de declarar y pagar impuestos, la evasión de evaluación y la declaración de impuestos fraudulenta.
El equipo del fiscal especial afirma que fue un elaborado plan de cuatro años de 2016 a 2019 para no pagar al menos 1,4 millones de dólares en impuestos.
Hunter empezó a pagar sus impuestos a partir de 2018, pero los fiscales lo acusan de “falsas deducciones comerciales con el fin de evadir la evaluación de impuestos para reducir las importantes obligaciones tributarias que enfrentaba”.
Siendo una de las formas más comunes de fraude fiscal, al reclamar deducciones falsas, exagerando los gastos comerciales, reclamando gastos personales como gastos comerciales o incluso reclamando deducciones por gastos que nunca existieron.
Igualmente lo acusan de “subvertir” el proceso de retención de impuestos y nómina de su propia empresa, al retirar millones de dólares.
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