Durante la promulgación de la Ley Laken Riley, que autoriza el arresto de migrantes en situación irregular, el presidente estadounidense Donald Trump declaró: "Los enviaremos a Guantánamo", una base en Cuba que tiene un uso especial en tema de arrestos de Estados Unidos.
Guantánamo es una instalación en Cuba que es mayormente conocida por albergar a detenidos sospechosos de terrorismo tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, también cuenta con un área independiente utilizada durante décadas para retener a inmigrantes.
El Centro de Operaciones Migratorias ha servido para alojar temporalmente a personas interceptadas mientras intentaban llegar a Estados Unidos sin autorización, principalmente procedentes de Cuba y Haití.
Sin embargo, esta sección de la base es reducida, con solo unas pocas edificaciones, y su capacidad es insuficiente para las 30,000 personas que Trump sugirió podrían ser trasladadas allí.
"El plan es simplemente expandir el centro de detención de migrantes ya existente", explicó Tom Homan, encargado del control fronterizo.
Este centro opera de manera independiente al área de detención militar, que en el pasado llegó a albergar hasta 800 reclusos bajo la administración de George W. Bush durante su estrategia antiterrorista. Actualmente, la prisión militar mantiene a 15 detenidos, entre ellos Khalid Sheikh Mohammed, señalado como autor intelectual del 11-S.
Según funcionarios de la administración Trump, las instalaciones migratorias en la base cubana se destinarán para alojar a los migrantes más peligrosos.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, junto con Homan, describieron a estas personas como "lo peor de lo peor" durante una declaración en las afueras de la Casa Blanca.
Un comunicado oficial indicó que servirá para "detener a extranjeros criminales de alta prioridad que se encuentran ilegalmente en el país", en respuesta a las demandas de seguridad migratoria.
Dentro del gobierno de Trump se ha indicado que, estas instalaciones se destinarían a individuos peligrosos y difíciles de deportar. Esto se debe a que algunos países rechazan recibir de vuelta a ciertos migrantes expulsados por Estados Unidos.
El presidente Donald Trump ordenó a las agencias federales a adecuar instalaciones para recibir a inmigrantes considerados "criminales" y que se encuentran en el país sin autorización.
El responsable de la frontera, Tom Homan, señaló que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) sería el encargado de la implementación, aunque no se han detallado los alcances del plan.
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2025 |