El papa Francisco murió de un ictus que le provocó coma e insuficiencia cardiocirculatoria irreversible, según su certificado de defunción publicado este lunes por el Vaticano.
"La muerte fue constatada por registro electrocardioterapéutico", dice este documento firmado por el director del departamento de Salud e Higiene del Vaticano, el profesor Andrea Arcangeli.
El papa Francisco, exhausto, aparece por sorpresa en la Plaza de San Pedro, vitoreado por los fieles que celebran la Pascua, en el que será su último baño de multitudes.
A sus 88 años, debilitado por las secuelas de su neumonía, ¿sintió el Francisco que las fuerzas lo estaba abandonando? ¿Quería decir un último adiós a los fieles?
Para muchos católicos, su aparición el domingo de Pascua, pocas horas antes de su inesperado fallecimiento este lunes a primera hora, fue el símbolo del reencuentro con su guía espiritual, un mes después de que le hubieron dado de alta.
En las últimas semanas, Francisco, que regresó al Vaticano el 23 de marzo para una convalecencia que tenía que durar dos meses, había reanudado gradualmente sus actividades y su salud parecía estar mejorando.
"Tenemos la impresión de que quería llegar hasta el final, hizo gestos esenciales, como el contacto con la gente. Era el papa del pueblo", dijo a AFP una fuente del Vaticano, bajo condición de anonimato.
"No ha muerto en el hospital aislado del resto del mundo, tuvo tiempo de regresar, dar su bendición, vivir la Pascua", agrega.
El 6 de abril, apenas dos semanas después de salir del hospital Gemelli de Roma, hizo su primera aparición pública por sorpresa tras una misa para los enfermos en la Plaza de San Pedro.
"Buen domingo a todos. Muchas gracias", dijo al aparecer en silla de ruedas, con voz aún débil y llevando cánulas nasales.
En los días siguientes, el jesuita argentino hizo otras apariciones públicas improvisadas, como demuestran los videos en las redes sociales de los que se cruzaron con él por casualidad.
El 10 de abril fue visto en la Basílica de San Pedro, cuyas obras de renovación quería inspeccionar. En esta ocasión sorprendió por su atuendo, más cercano al de una persona mayor en un asilo de ancianos que al de un papa.
El día anterior recibió al rey Carlos III y la reina Camila y el 12 de abril fue a rezar a la Basílica de Santa María la Mayor, en el centro de Roma, donde quería ser enterrado.
/lmr
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2025 |