El expresidente Donald Trump se declaró ganador de las elecciones presidenciales en Estados Unidos tras obtener triunfos significativos en varios estados clave, dándole una ventaja considerable sobre la candidata demócrata Kamala Harris.
En un discurso ante sus seguidores en Florida, Trump celebró la ventaja que lo acerca nuevamente a la Casa Blanca, luego de su derrota en 2020.
Los resultados preliminares muestran a Trump como vencedor en estados críticos como Pensilvania, Georgia y Carolina del Norte, los cuales se consideran decisivos para asegurar el triunfo en el sistema de Colegio Electoral de Estados Unidos.
En particular, Pensilvania, que aporta 19 votos electorales, representa un logro clave, ya que ningún demócrata ha ganado la presidencia sin este estado desde 1948.
Trump destacó el significado de esta victoria para sus seguidores, afirmando: "Es una magnífica victoria para el pueblo estadounidense que nos permitirá hacer de nuevo grande a Estados Unidos". A su lado, su compañero de fórmula, el senador JD Vance, y su familia compartieron el momento.
De acuerdo con las proyecciones iniciales, Trump ha asegurado una ventaja significativa en estados tradicionalmente republicanos, así como en Florida (30 votos) y Texas (40 votos), consolidando su posición en regiones clave.
Estos resultados indican que, a diferencia de la elección de 2020, Florida ya no es considerado un estado pendular, sino un bastión republicano.
En total, los estados ganados por Trump incluyen:
Por su parte, Harris ha obtenido la victoria en estados como California (54 votos electorales), Nueva York (28) y otros tradicionales bastiones demócratas, pero su camino hacia los 270 votos se complica debido a los triunfos de Trump en estados indecisos.
Aunque varios de los estados clave ya se han decidido a favor de Trump, todavía quedan pendientes los resultados en otros territorios importantes, como Wisconsin, Michigan, Arizona y Nevada.
No obstante, la tendencia parece favorable para el republicano, quien necesitaría solo cuatro votos adicionales para asegurar el triunfo.
Las proyecciones indican que Harris, para ganar, necesitaría victorias en todos los estados clave restantes, una situación que se vuelve cada vez menos probable, ya que los patrones de votación históricos muestran que Wisconsin y Michigan suelen votar de forma similar a Pensilvania.
La elección de 2024 es una de las más relevantes en los últimos años en Estados Unidos, no solo por la presidencia en juego, sino también porque se renueva parte del Congreso.
Según las primeras proyecciones, los republicanos han ganado dos escaños en el Senado, lo cual podría asegurarles la mayoría en la cámara alta.
La Cámara de Representantes, con una ligera ventaja actual para los republicanos, aún espera resultados finales, pero podría reforzar el poder legislativo de Trump si finalmente es electo.
Los temas que movilizaron el voto han variado entre ambos candidatos: la economía y la migración fueron prioritarios para los votantes de Trump, mientras que el estado de la democracia y el aborto fueron factores relevantes para los seguidores de Harris.
Con este panorama, los ojos de Estados Unidos y el mundo están puestos en los resultados definitivos, que determinarán si Trump regresa al poder con una mayoría legislativa republicana, lo que le permitiría implementar su agenda en los próximos cuatro años.
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