Varias ciudades chinas eliminaron o relajaron sus mandatos de pruebas de Covid-19 después de que China emergió de sus peores brotes regionales, y se les dijo a los funcionarios que no causaran demasiadas interrupciones en la vida de las personas mientras se mantenían atentos al virus.
China, cuya economía se ha visto duramente afectada por varias restricciones por el Covid-19 entre marzo y mayo, incluido un prolongado confinamiento en Shanghái, tiene mucho en juego para evitar otro brote importante.
El gobierno ha exigido a las grandes ciudades y puertos de entrada que aumenten la capacidad de pruebas para asegurarse de que puedan detectar la altamente transmisible variante ómicron lo antes posible.
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