China y Estados Unidos dicen estar listos para una guerra

Se registraron declaraciones significativas tanto de China como de Estados Unidos, reflejando las tensiones geopolíticas actuales.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, advirtió:

"Si la guerra es lo que Estados Unidos desea, ya sea una guerra arancelaria, comercial o cualquier otro tipo de conflicto, estamos listos para luchar hasta el final." 

Esta postura se enmarca en respuesta a las recientes políticas arancelarias implementadas por la administración del presidente Donald Trump, que incluyen incrementos de aranceles del 25% a importaciones chinas. 

Esta postura se enmarca en respuesta a las recientes políticas arancelarias

Además, China ha impuesto sus propios aranceles a productos agrícolas estadounidenses y ha restringido a 25 empresas de EE.UU., como medidas de represalia. 

En respuesta, el Secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, declaró la disposición del país ante las amenazas de China:

"Estamos reconstruyendo nuestra fuerza militar", subrayando la necesidad de fortalecer las capacidades militares de Estados Unidos frente a lo que describió como un "mundo peligroso". 

Estas declaraciones de Hegseth se producen tras las amenazas emitidas por China en respuesta a las políticas arancelarias de EE.UU. 

Primer Ministro de China, Li Qiang, anunció que su país volverá a aumentar su gasto en defensa

Hegseth enfatizó la importancia de mantener una fuerza militar robusta y moderna para disuadir a naciones que buscan desafiar la posición global de Estados Unidos. 

El miércoles, el Primer Ministro de China, Li Qiang, anunció que su país volverá a aumentar su gasto en defensa en un 7,2% este año y advirtió que "cambios no vistos en un siglo se estaban desarrollando en todo el mundo a un ritmo más rápido".

Este aumento del gasto en defensa era esperado y coincide con la cifra anunciada el año pasado.

Este aumento del gasto en defensa era esperado y coincide con la cifra anunciada el año pasado.

Los líderes de Pekín intentan enviar a los chinos el mensaje de que confían en que la economía del país puede crecer, incluso bajo la amenaza de una guerra comercial.