La reina Isabel II estuvo ‘llena de diversión’ y aguda mientras realizaba sus deberes reales hasta el final, expuso un clérigo que estuvo con la difunta monarca durante su último fin de semana.
“Fue una visita fantástica. Su memoria era absolutamente asombrosa y se divertía mucho”, dijo el reverendo Iain Greenshields, ministro de la Iglesia de Escocia que almorzó con la reina el pasado viernes.
Greenshields dijo que la reina estaba de tan buen humor que estaba completamente sorprendido de saber que su salud había empeorado rápidamente el jueves por la mañana.
“Me sorprendió mucho cuando escuché que estaba gravemente enferma porque estuvo en una forma increíblemente buena durante el fin de semana”, dijo.
“Ella era la vida y el alma de las cosas. Ella me estaba hablando muy personalmente sobre su tiempo allí cuando era niña, estaba hablando de sus caballos del pasado, nombrándolos de hace 40 años, nombres de personas y lugares. Ella era bastante notable”.
El religioso también dijo que la reina estaba llena de risas y tenía un recuerdo impresionante. “Para alguien de su edad, tener la memoria que ella tenía, y realmente reírse y disfrutar mucho tener a su familia y toda la ocasión. Fue una gran compañía”.
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