Vence miedos y tabús

Una de las grandezas de ser mujer es dar vida y, con ella, preservarla a través de cuidados internos y externos. Así, la lactancia materna es una de las claves para el desarrollo inicial del nuevo ser, por lo que hemos dedicado en Galería varios artículos relativos en estos jueves de Salud y Belleza.

Sin embargo, para esta entrega abordaremos lo que pocos cuentan a la hora de lactar, como las dificultades técnicas e incluso emocionales que influyen en una exitosa. En entrevista con la psicóloga, educadora perinatal y colaboradora de Chicco, Erandi Monter Pedragil, la también asesora de lactancia compartió algunos de los ‘problemas técnicos’ en la actividad y cómo la información y constancia pueden vencer y favorecer a los mismos.

“Creo que realmente lo difícil de esta situación es que se romantiza la lactancia, cuando la realidad es que, inclusive las que logran tener una exitosa, los principios llegan a ser bastante caóticos”, relató Monter.

“Hay que pensar que la lactancia materna es un acto de fe. Estamos orgánicamente preparadas para llevar a cabo una lactancia porque somos mamíferas, pero la realidad es que existen también patologías o situaciones emocionales que pueden mermar el optimo funcionamiento de la lactancia”.

Barreras

De acuerdo con la terapeuta, los tabús son los principales factores de mala praxis en la lactancia. Desde no hacerlo en público hasta el ideal de producción de leche, influyen en la actividad: “Con mayor incidencia no podemos ver cómo se hace una lactancia, entonces eso va implicando que sea un poco más complicado lactarte, aparte de las necesidades emocionales de la mujer, familia e incluso condiciones”, explicó.

Por otra parte, el conocer el tipo de pezón influye en la ejecución: “Existen 3 tipos: plano, invertido y protruido” -explica- “Los dos primeros son los que más les cuesta a los bebés agarrar (…) Lo ideal es que mamá, desde mucho antes que nazca su bebé, identifique su pezón, empezar a buscar apoyo, porque hay maneras de estimular su salida antes del nacimiento”.

Asimismo, la mastitis, provocada por la succión inadecuada del bebé, debilitan la labor y alimentación: “Puede ser débil su succión, el seno materno no lo vacía y eso eventualmente puede producir una infección como tal, cuando no sacamos toda la leche o bien, simplemente, no me estoy pegando suficiente a mi bebé”, detalló.

Y en el caso del agrietamiento, influye el ‘mal agarre’ o ‘agarre superficial’, generado por el paladar duro, en lugar del posterior, el más blando: “El pezón tendría que estar llegando al paladar blando del bebé, eso también podría ser un tema para seguir de manera feliz la lactancia, porque duele bastante”.

Otro de los ‘problemas’ en la lactancia es el sueño del bebé. Interrumpir su alimento por dejarlo dormir no es recomendable ni para el pequeño ni para mamá, pues el corto tiempo entre toma y toma no permitirá una ingesta ideal: “Eventualmente el bebé va a sentir hambre y es porque se quedó dormido, no porque no hayas producido suficiente leche”, resaltó.

Agregó además alergias, principalmente a la proteína vacuna, la cual puede provocar que se manifieste en la leche materna y genere reacción alérgica en el bebé: “Esto de que los alimentos afectan la leche materna es un gran tema, hay quienes te van a decir que no es cierto, hay quienes dicen que sí, pero son pocos”.

Patologías

Al cuestionarle sobre las patologías relativas a la lactancia, Erandi Monter aseguró que existen y, generalmente, están ligadas a cuestiones emocionales. La producción mínima de leche sí existe, subrayó, pero es poco probable y suele estar relacionada, de acuerdo con un caso que conociera recientemente, por cuestiones hormonales, como problemas de miomas o quistes ováricos.

Sin embargo, la depresión posparto influye en la producción y ejecución, pues “debes estar cómoda, satisfecha con lo que estás haciendo y todas estas situaciones”, recalcó.

En ese tenor, recalcó que hay casos de depresiones severas en las que problemas de autoestima e incluso pensamientos suicidas afectan la lactancia materna: “Cuando estamos lactando producimos oxitocina independientemente que lo estemos disfrutando o no; cuando tenemos depresión posparto y una mujer está consciente de que, si quiere seguir lactando, es la mejor opción, porque estamos produciendo esa oxitocina que necesita para que baje este estrés que ella está sintiendo”.

Apertura

Finalmente, Erandi Monter afirmó que existe apertura a la lactancia en las nuevas generaciones, aunque condiciones diversas frenan la decisión. Sin embargo, asegura que doctores, pediatras y ginecólogos pro lactancia persisten, además de las asesoras, a quienes invitó a conocer su labor y acercarse para una buena práctica.

Igualmente, reconoció la labor de creadores y marcas como Chicco, que motivan la actividad y favorecen la misma con productos relativos y benéficos para el bebé: “La mamila que ellos utilizan, Perfect 5, permite adaptar a las mujeres que quieran seguir con su lactancia pero que por cuestiones de trabajo o cansancio, incluso, decidan hacerlo con mamila”, finalizó.