Tras la trágica noticia que ha ocurrido en Texas, donde un estudiante de apenas 18 años de edad abrió fuego en una primaria asesinando a 14 menores de edad, recordamos a la película “Tenemos que hablar de Kevin”, basada en la realidad que se vive en Estados Unidos y en el mundo.
Desde que Anthony Bárbaro, de 17 años, disparara indiscriminadamente a gente que pasaba por la calle desde el tercer piso de su escuela en 1974, las matanzas escolares se han sucedido con aterradora frecuencia en la historia reciente de los Estados Unidos. Las interrogantes que se plantean tras un suceso de estas características son difíciles de resolver.
Tenemos que hablar de Kevin es una película que muestra de manera cromática, el destino de un personaje en sus inicios, la película se compone de diferentes hilos temporales y escenas fragmentadas que aparecen desde la mente de la madre, pues esta se centra en la familia y la maternidad, y nos relata la figura de los padres. su influencia en el desarrollo de sus hijos y en las relaciones que se establecen entre ellos, intentando reconstruir cada momento, cada decisión tomada desde el nacimiento de su hijo para encontrar ese momento, esa grieta por la que todo ese odio empezó a surgir.
Asesinatos en México.
Si bien es cierto que, en Estados Unidos, el acceso a las armas de fuego de manera legal es más fácil, en México no estamos exentos de este tipo de asesinatos como el ocurrido el 18 de enero de 2017 dentro de un aula del Colegio Americano del Noroeste, donde un estudiante de 15 años, sacó un arma y abrió fuego contra su maestra y otros tres compañeros de su grupo, cargando el arma nuevamente y accionándola contra el mismo perdiendo la vida horas más tarde en el hospital.
No hay respuesta para todas las interrogantes que nos lleva a preguntarnos: ¿Por qué un niño decide disparar un arma? ¿Ha nacido así o ha fallado su educación? ¿Qué es lo que han hecho mal sus padres?
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