Técnicas, formatos, colores, la plástica de Pedro Trueba

Sus logros visuales han recorrido continentes, como el navegante hecho a la mar, el veracruzano  Pedro Trueba  ha puesto en alto el oficio de creador plástico y a la entidad. Maneja imaginación, pinceles y recursos visuales  a guisa de periplos plagados de diversas emociones. Lo mismo el piélago, su vastedad y su entorno: palmeras, aves marinas y sobre todo barcos, veleros y lanchas, acentúan su disposición a la aventura y al hallazgo,  y de manera  simultánea el veracruzano pisa las costas, enunciando al color como estandarte, para atrapar la esencia de este don de la naturaleza.

Nuestras pupilas se dilatan ante sus enormes formatos alusivos al manto salado y a sus murales. El color es su aliado.

No obstante también tiene los pies y los sintagmas compositivos en la tierra: toros, caballos, ciudades, puentes y  casas.  Pedro es arquitecto y nos es muy grato traer a la memoria la primera parte de su obra, las construcciones olvidadas por el hombre y por el tiempo, haciendo de esta parte de su obra, un sesgo a la nostalgia.

De su estancia en otros países, el arquitecto y pintor nos cautiva con planteamientos  sorprendentes en azul añil, rojos y morados emulando la fortaleza del espíritu humano por crear. Recordemos París, Israel, Londres, San Francisco, desde luego su querido Veracruz, y lo más reciente Nueva Zelanda. 

Por otro lado también el aire lo ha subyugado, los voladores de Papantla dirimen su pasión por la historia de su estado natal y la sentencia de libertad, respuesta a su vocación.

Tanto en lo figurativo como en lo abstracto, Trueba sincroniza la acción con la pasión. Su perspectiva oscila en objetos y siluetas en movilidad, sumando el color con sus contornos, Trueba muestra y demuestra al arte, como manifestación de vida.  Su obra respira, escucha y se siente por medio de la luz del cromatismo, su obra danza, es la canción sin fin de la máxima, hoy estoy vivo.

Pedro Trueba también ha incursionado en la escultura, en ella sostiene la majestuosidad del águila en aras orgullosa de la civilización mexica.

Excelente por Pedro Trueba el hacedor plástico de la intensidad de los pigmentos, de la paleta de colores, locura y plenitud de los mantos del cielo sobre los océanos de la Tierra, cual poema de Octavio Paz sobre la Piedra de Sol, corazón  y pedernal de obsidiana, del espíritu latente, denunciante de nuestra raza.