No es un secreto que la alimentación sea la base para lograr objetivos saludables; desde lograr un peso ideal hasta aminorar -e incluso curar- una enfermedad, la dieta es un factor importante en todo tratamiento, incluso en el de infertilidad, la cual es responsabilidad, tanto del hombre como la mujer.
“El 60% de las parejas que no se pueden embarazar está inclinado (el factor más débil) hacia el hombre, entonces nos toca a nosotras, como mujeres, se podría decir que es reversible si vemos ciertos aspectos que lo está ocasionando”, comentó a Galería Nancy Uribe, gerente del área de Nutrición de Pronokal Group México.
“La comida curativa es totalmente cierto, hay padecimientos o cuestiones metabólicas que se pueden curar, literalmente, con un ajuste de alimentación, así de sencillo, sin necesidad de medicamentos (…) Un porcentaje muy grande de estos es este tema, la fertilidad de la mujer”, subrayó.
Factores
De acuerdo con la nutrióloga, el estrés metabólico, el alto o bajo peso y los problemas hormonales que éstos conllevan, son las principales batallas por conquistar con un plan -supervisado y complementado- alimenticio, en el cual predomina la dieta cetogénica, mejor conocida como Dieta Keto, que favorece la pérdida de peso y acelera el metabolismo.
“Es una dieta donde se baja muchísimo porcentaje de grasa muy rápido, y podemos llegar a regular los niveles hormonales de mujeres y de insulina; entonces es la más usada ahorita para este objetivo, pérdida de peso y demás”, detalló Uribe.
Destacó que el plan alimenticio, si bien ayuda a perder peso rápidamente, debe contar con una valoración previa de estudios de laboratorio, hormonales, entre otros, siendo la misma postura para las pacientes con bajo peso, el cual “es más difícil” de aumentar y preservar, a diferencia del sobrepeso y obesidad.
Complementos
Si bien la dieta es una catapulta para el objetivo de embarazo, el aspecto emocional, suplementario y físico son complementos para alcanzarlo: “Probablemente es una persona que se ha sometido a tratamientos y no le han funcionado, eso les afecta
Muchísimo también”, explica.
“Tenemos que empezar a activar el metabolismo, sacarlo de su estado habitual, de confort (…) la dieta tiene muchísimos beneficios si se suplementa perfectamente bien”, recalcó.
En ese tenor, subrayó que uno de los suplementos más en boga es el DHA, un ácido graso que trabaja directamente en las células y que brinda resultados óptimos tanto antes, como durante y después del embarazo.
“Les va a ayudar a que el bebé desarrolle muy bien la parte cerebral cuando están embarazadas” -comentó- “Además, en hombres, se ha visto que también ayuda a facilitar el movimiento de los espermas. Con esto va a ser mucho más fácil que pueda fecundar el óvulo”.
Trabajo en equipo
El trabajo multidisciplinario es fundamental en ambas partes, logrando así un trabajo en equipo que alcance el objetivo de fertilidad/embarazo. Sin embargo, recalca la nutrióloga, este plan de alimentación, suplementación y ejercicio debe hacerse previo a la concepción y embarazo, incluso después del parto, pues existen factores actuales que retrasan este gol.
“El rango que nos indica que puede haber un problema y se debe tratar un poquito más a fondo, es cuando la pareja intenta durante dos años, con relaciones frecuentes, concebir y no lo ha logrado. Ahí hay que recurrir a un chequeo de laboratorio en pareja, ir buscando alternativas, ir por la parte natural y, si no funciona, un in vitro u otra alternativa”.
“Siempre tratar de hacerlo lo más natural posible y, una vez que se logre el embarazo, la mujer siga con su chequeo nutricional, porque estamos presentando muchos casos de mujeres con preclamsia, diabetes gestacional, bebés que nacen de 4 kg porque la mamá subió 20 en el embarazo (…) de la manera en que podamos prevenir este tipo de cuestiones, va a funcionar bien”, aseguró la nutrióloga.
Garantía
Al cuestionarle sobre la garantía de éxito de la dieta en el proceso de embarazo, la nutrióloga Uribe resaltó que existe un 50% de probabilidad de resultados óptimos relativos, dependiendo de las condiciones de la pareja, ya que tan solo la edad fértil de la mujer es a los 20 años y, a partir de los 30, comienza un declive, además de que, en los hombres, su metabolismo también influye en este proceso de fertilidad.
“Hoy en día estamos viendo que las mujeres están comenzando a pensar en embarazo a los 30 años, las mujeres se van embarazando a los 34, 35 (..) Estamos ms enfocados hoy en día a poder cuidarnos, probablemente por cuestión de mercadotecnia, pero la gente se interesa un poquito más por estar fit, verse bien y meterse un poquito en los alimentos orgánicos”, concluyó.
- El 60% de la infertilidad es masculina dentro de las parejas que buscan lograr un embarazo.
- El 40% restante, labor de la parte femenina, la puede revertir con un plan de alimentación adecuado.
- Hasta un 80% de resultados óptimos en embarazo y bebé es posible con un tratamiento multidisciplinar para la infertilidad.
“El rango que nos indica que puede haber un problema y se debe tratar a fondo, es cuando la pareja intenta durante dos años, con relaciones frecuentes, concebir y no lo ha logrado. Hay que recurrir a un chequeo de laboratorio, ir por la parte natural y, si no funciona, recurrir a un in vitro u otra alternativa”.
Nancy Uribe, nutrióloga de Pronokal Group México
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