Como parte de las actividades del doceavo Festival de Cine en Fresnillo (Zacatecas), se ofreció una conferencia virtual en la que se tomó como pretexto la obra literaria ‘Cabaret. Rumberas y pecadoras del cine mexicano… ayer y hoy’ del escritor Rafael Aviña, quien aprovechó para hablar sobre la importancia de un trabajo de este tipo.
“La clave de todo este tipo de investigaciones es volver a ver todas esas películas, con esos ojos de ingenuidad que tenían en su momento en esas historias, pero al mismo tiempo no debemos desprenderlas del contexto en el que se hicieron”, mencionó el autor.
Agregó: “Hay que entender que en el contexto en el que se hicieron estas películas no existía la corrección política, era una sociedad sumamente misógina y machista”.
Trascendencia
El encuentro virtual, en el que también participaron Gaby Marcial Reyes y Mariana Aguirre, directora y coordinadora académica del festival, respectivamente; así como el escritor Carlos Belmonte Grey, se expuso el universo que ofrecían dichas producciones cinematográficas, las cuales ganaron popularidad en la década de los años 40 y 50.
“En el último de los casos ese era un problema social también, el problema de la prostitución era una cuestión social, eso creo que es algo que no podemos dejar de lado y que es sumamente importante no descuidarlo”, señaló Aviña.
Añadió: “El cabaret, prostitución, las rumberas, pues es un cine que nos ha acompañado todo el tiempo, las películas como Santa, La Mujer del Puerto, La Mancha de Sangre, pues ya forman los arquetipos fundamentales de un cine que sigue hasta la fecha, todavía seguimos viendo este tipo de historias, tanto de ficción como documental”.
Sentidos
El autor resaltó que una parte importante fue el acompañamiento melódico, pues sirvió para que el género permaneciera en el gusto de la audiencia: “Este género no se puede desprender de la música, definitivamente, la música, las canciones, esta explosión de los sentidos, el baile, la sociedad misma, esa doble moral, que por un lado juzga a estas mujeres, pero por otro lado está fascinado con ellas”, dijo.
Continuó: “Es un tema inagotable, trate de evitar precisamente las múltiples citas y referencias para que no se hiciera tan pesado el libro y que fuera eso, más disfrutable… las canciones, los tríos, Los Panchos, Los Diamantes, Los Ases, porque fueron fundamentales en esas historias”.
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