Cada dos años se celebra la bienal de arquitectura, organizada por por la Federación de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana A.C, donde se reconocen los proyectos más importantes. En la XVI edición, se otorgó la medalla de plata a la vivienda rural Salazar, una tipología de vivienda social en la categoría de autoconstrucción.
La casa de 47 m2 está ubicada en el Estado de México, atiende las necesidades de sus habitantes conforme a las condiciones geográficas, familiares y culturales. La vivienda fue proyectada por Manuel Cervantes y construida por la familia Gutiérrez Romero, quienes residen en el lugar.
“Se trata de un servicio único, poder acercarnos a la familia, entender su situación, entender su clima, su terreno, sus costumbres, necesidades y poderles dar algo para ellos”, detalló el arquitecto.
Adaptación
La situación de vivienda en México presenta problemas ligados a la progresividad, es decir, las casas producidas en serie no atienden las necesidades que surgen en la familia después de cierto tiempo, tales como integrar nuevos miembros (suegros, nietos, nueras y yernos), incorporar un negocio a la vivienda, ampliar o construir niveles adicionales, explicó el especialista.
Desde hace 7 años Manuel Cervantes se dedica a desarrollar viviendas con características que permitan a las familias adaptarse en cada situación. “Este proyecto habla más del tiempo y de la progresividad, pasar de la casa mínima a un cuarto más, a un tercer cuarto y después el cuarto de abajo convertirlo en una tienda”, señaló.
Además del Infonavit, el despacho de arquitectura ha logrado construir, con el apoyo de distintas organizaciones, casas de esta naturaleza para seguir en busca del mejoramiento de la vivienda en México.
“Me parece muy importante que el colegio de arquitectos a nivel nacional le esté dando relevancia a este tipo de proyectos, no nada más hablar de grandes edificios”, destacó.
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