En el ya referenciado Marzo, mes conmemorativo de la Mujer, en cuanto a su empeño por ser parte valorada en el esquema socio-laboral, se realizan en distintas lugares del país, un sinnúmero de mesas redondas, participaciones reflexivas y acontecimientos diversos, el Colegio de Arquitectos capítulo Veracruz, organizó una de estas, en el ex Convento Betlemita.
Ellas fueron, mesas de diálogos entre mujeres de distintos perfiles con la finalidad de compartir entre nosotras y el público experiencias adquiridas en contextos profesionales, donde nos desarrollamos.
Resultó interesante el esquema. En este entorno, me tocó departir con la arquitecta Cecilia Yarmuch, persona entregada al reglón de la Construcción y ganadora hace dos años de la Bienal Estatal en Veracruz. Ella hizo referencia a un conjunto de anécdotas interesantes en cuanto a su formación académica y logros dentro del sector, un ámbito masculino en particular. Otra situación compartida similar fue por parte de la licenciada en Sistemas Computacionales Belém Garrido, quien después de lidiar con el descrédito de un superior logró alcanzar sus metas.
Otra voz y participación estuvo a cargo de la Licenciada Susana Delarbre mujer de trato afable y madre de un joven, ella compartió sus méritos y retos en el sector portuario, a partir de encontrar su vocación en esta rama, punto de partida para superarse humana y profesionalmente.
Las cuatro, incluyendo mi discurso, para variar iconoclasta, fue de alta retroalimentación, pues todas a pesar de haber arrostrado distintas dificultades en el sitio laboral escogido, coincidimos en señalar a la educación impartida en el hogar, el respeto por la alteridad y la aceptación de uno misma, el punto difícil pero no imposible, para hallar un equilibrio entre los roles a desempeñar.
En mi caso arte ha sido mi trinchera, pero lejos de ser una tarea fácil y de aparente ornato es y ha sido cruzada constante para exteriorizar a la creatividad visual y corporal como un gran símbolo transcendente más allá de planos temporales físicos.
La vida personal puede ser un código artístico, tal cual lo es la Arquitectura, de igual forma los avances tecnológicos y científicos y por supuesto las sanas relaciones interpersonales.
Gracias a Avelino Gavito, a Mary Carmen Ixtepan y a Edith Abaunza miembros activos de CAPVER por sus gentilezas y encontrase a la vanguardia de temas competentes a los cambios necesarios en nuestro entorno.
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