Respirar, contonearse, disfrutar de una copa de vino o cualquier licor, fumar un cigarrillo después del acto carnal, resulta complejo pero también satisfactorio, para todos aquellos quienes después de experimentar las delicias del buen sexo, realizan delante de sus parejas, como afirmando la fuerza y el poder de su cuerpo.
Esto lo podemos casi palpar en el conjunto de obra de Víctor Ortega, creador plástico sugerente y versátil, orquestador de sintagmas visuales, a guisa de deseos y preseas campales entre dos cuerpos.
Víctor Ortega, además de profesional e investigador en artes compositivas y gráficas es Diseñador, fue investigador de tiempo completo en la Universidad Metropolitana en México y en lo libre de su tiempo artístico es actor.
Ha expuesto de manera colectiva en distintos países europeos, en Japón, Estados Unido Canadá y Rusia.
Ha obtenido menciones honoríficas en distintas Bienales entre los años 2007-2009 en Rumania y dentro del país, en el Museo de la Estampa.
Hoy vive en Veracruz y está dedicado por completo al lenguaje del arte en distintas manifestaciones.
Incluye entre varias de sus técnicas, al acrílico, bien explicita en la exposición titulada Geografías del deseo, donde nosotros como espectadores un tanto cuanto voyeristas, percibimos el desparpajo del cuerpo después de un festín erótico.
Con notable influencia de los grandes pintores expresionistas, Ernest Kischner, Erich Heckel, Oskar Kokoska, del vienés Ego Von Shiele, Víctor devanea entre personajes henchidos por el calor de amar y horas de desasosiego, causado por momentos físicamente placenteros.
Las actitudes expuestas en Geografías del Deseo, describen en las figuras femeninas, la comprensión de la entrega, esencia primaria de su naturaleza, en precisión análoga a las necesidades de la Tierra para su germinación: agua, sol, cuidados y buena semilla.
Ortega recurre al simbolismo de los iconoclastas expresionistas y nos detalla, la atracción, la apuesta por el desnudo antes y después del coito, añadiendo a los códigos sexuales, la pluralidad del gusto.
Víctor Ortega suma a su catálogo, las delicias de la comunión carnal en tributo a exquisitez plástica.
Disfrute la exposición en Café te, este mes de mayo.
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