Enfrenta la nueva normalidad

Comenzó la nueva normalidad y con ello también los cambios en la interacción social. Efectivamente, ya no es lo mismo que antes… por ahora. Y aunque muchos nos hemos adaptado a estas diferencias, hay quienes aun siguen en la llamada “zona de confort” que les arropa en sus lugares de confinamiento, donde se mantienen a salvo de los peligros que pueda generar la pandemia.

Esta ansiedad o miedo a enfrentar el “afuera” tiene un nombre y se conoce como ‘Síndrome de la cabaña’, el cual no es un trastorno psicológico pero sí es un fenómeno que pueden sentir aquellos quienes han pasado por un tiempo de aislamiento social, principalmente de forma individual y sin interacción cercana.   

Al respecto, conversó con Galería la psicóloga Circe Montes de Oca, coach de apoyo psicoemocional en Pronokal México, quien ofreció detalles sobre esta afectación y cómo es posible identificarlo y superarlo, ya que es un hecho que la adaptación se ha convertido en una de las principales armas a tomar en estos tiempos de pandemia.

Histórico

De acuerdo con un artículo relativo en Vogue México, el ‘Síndrome de la cabaña’ se remota al Siglo XX cuando los cazadores y buscadores de oro, que pasaban meses enteros aislados en sus cabañas debían volver a la vida en sociedad, mostraban síntomas de desconfianza, agobio y miedo. Estos ‘síntomas’ siguen reflejándose hoy en día e incluso paralizan la actividad habitual.

“Esta alusión a una cabaña precisamente es a nuestras casas, en el caso peculiar de la pandemia nuestras casas han resultado ser un espacio seguro para la mayoría de nosotros que vamos alejándonos de este riesgo de salud”, explica la psicóloga, quien asegura que es normal sentir miedo o ansiedad ante los peligros de la pandemia, aunque debe enfrentarse.

“En general la mayoría salimos, lo resolvemos, buscamos herramientas y recursos para hacerlo y enfrentar este miedo o ansiedad. El tema con ‘la cabaña’ es que este miedo y ansiedad resultan ser incapacitantes, no lo hacen. El problema es que quedarse en casa no es algo que podamos extender de manera indefinida y no salir para evitar este miedo y ansiedad, va a traer problemas a mediano y largo plazo en cuestiones laborales o personales”.

Paralizante

La coach de Pronokal México destaca que el Síndrome de la Cabaña se caracteriza por no contar con recursos para enfrentarlo: “Cuando me incapacita, dejo mi rutina y dejo de hacer las cosas que necesito y tengo que hacer”, afirma Montes de Oca.

Y es que este miedo crece cuando, además, quien lo vive ha pasado por situaciones traumáticas, como -en el caso actual- haber padecido COVID-19 o haber estado hospitalizado, así como el tener un familiar cercano que lo haya sufrido e incluso fallecido por la enfermedad, aspectos que nutren esta ansiedad.

Tratamiento

Sin embargo, no todo son malas noticias con el Síndrome de la Cabaña, ya que es posible superarlo e incluso tomar cartas profesionales en el asunto, ya que la psicóloga propone tres puntos a llevar a cabo, si llegamos a reconocer esta ansiedad de forma personal.

La primera, programar salidas graduales, esto a calles cercanas y por tiempo corto, acompañado y posteriormente a solas. Pasear a tu mascota, tomar el sol, hacer caminata, son opciones pertinentes y, tras estas, cuestionar cómo nos sentimos, qué sentimos al lograr este propósito y enfocar el hecho de que todo está bien.

En segunda instancia, procurar tener medidas de higiene recomendadas, desde el uso de cubre boca hasta la sana distancia, son puntos de los que no se debe bajar la guardia. Y en tercera, no perder el contacto con otros, ya que los mensajes, llamadas y recursos relativos, son eficaces y seguros para no renunciar al contacto social.

Asimismo, la psicóloga recomienda terapias psicológicas de aproximación, como la de Activación conductual o de Aceptación y compromiso, las cuales asegura han dado evidencia científica de su funcionamiento y que se acoplan a este tipo de situaciones que nos encontramos viviendo.

“El argumento base es que no hay que esperar a hacer las cosas hasta que tengamos ganas de hacerlas o nos sintamos bien. Hay que hacerlas para empezar a sentirnos bien”, resalta Montes de Oca.

“Hay que aproximarse a las situaciones con todo un acompañamiento profesional e incluso de redes sociales de como irse gradualmente acercando a situaciones que causan este miedo y darse cuenta que logra funcionar. Una vez que nos damos cuenta que no pasa nada, se genera confianza  y esa ansiedad y miedo va disminuyendo”, concluyó