¿Te has fijado alguna vez en cómo se despierta un bebé? Estiramientos suaves y lánguidos, respiraciones lentas y profundas, abrir suavemente los ojos y asimilar todo lo que hay alrededor. Un ritual natural y apacible que se precipita y se sustituye por pantallas de teléfono y paseos por el laberinto de la mente incluso antes de que se abran los ojos, a medida que crecemos.
Debe haber una razón (o varias) por la que no nos despertamos felices y renovados más a menudo. Y admitámoslo, no proclamarse una persona mañanera no es excusa suficiente para defender tu cara de descanso mañanero. Sí, la hora de no hablar antes del café es sagrada y no hay que meterse con ella, pero nos referimos a la sensación general de pesadumbre o baja energía con la que a veces nos levantamos, en lugar de sentirnos descansados y rejuvenecidos.
Desarrollando ciertos hábitos sencillos y abandonando algunos, realizando cambios conscientes en nuestra rutina diaria y comprendiendo nuestra anatomía y nuestra mente, podemos despertarnos con facilidad, felices y como un bebé: tranquilos. Expertos en bienestar destacan cómo podemos mejorar nuestras mañanas, despertarnos más felices y no sentirnos perezosos al comenzar un nuevo día. Estos son sus consejos.
Yoga, práctica matutina
“Un enfoque de yoga recién amanece el día es la mejor manera de despertarse feliz”, dice Kaavita Das, fundadora de The Pink Lotus Academia, una plataforma de enseñanza centrada en las formas artísticas clásicas de la India y el yoga.
Empieza con la respiración en la cama; añade: ‘”Levántate, siéntate y haz cinco minutos de conciencia de la respiración”, lo que significa observar tus inhalaciones y exhalaciones mientras suben desde el ombligo hasta la garganta y bajan. Recomienda empezar la mañana con las siguientes posturas (al sol y al aire natural, si es posible) y terminar con anulom-vilom (la técnica de respiración que refuerza la inmunidad) para despertar realmente la mente y el cuerpo.
Sincroniza tu ritmo circadiano
Nuestro cuerpo tiene un reloj interno que nos envía señales para recordarnos cuándo debemos despertarnos y dormir. A menudo lo ignoramos: “Trabajar y llevar una vida social acorde con el ritmo circadiano es una de las formas más eficaces de despertarse feliz”, dice Kanchan Rai, coach de bienestar emocional y mental y fundadora de Let Us Talk.
“Si ves que tu fase circadiana de sueño no está sincronizada, puedes cambiar tu vida social para que coincida con el ritmo o cambiarla para que coincida con tu vida social”, añade.
Disciplina tu día
“Si no hay una rutina a la hora de acostarse, puede resultar fácil para nosotros alargar nuestras horas de trabajo, permanecer ocupados con los gadgets y la tecnología hasta que nos dormimos, y no tener límites claros entre nuestras responsabilidades y nuestra vida personal”, dice Luke Coutinho, coach de estilo de vida holístico, medicina integral y de estilo de vida y fundador de YouCare.
“Para que nuestro cuerpo se duerma, es necesario cambiar su estado de simpatía a una fase parasimpática (descanso y digestión). Adopta rituales sencillos pero eficaces, como hacer la última comida del día al menos dos horas antes de acostarse, atenuar las luces después de la puesta de sol, alejarse de los aparatos una hora antes de dormir y utilizar ese tiempo para organizar el día siguiente”.
“La meditación, los baños calientes y las infusiones calmantes, la práctica de la gratitud y la lectura de un libro antes de acostarse llevarán a la mente y al cuerpo a un estado de silencio y, por tanto, a un sueño profundo”, subraya.
Rutina propia
La forma de levantarse marca el tono del resto del día. Diseña tu propia rutina matutina -ya sea meditar o dar un paseo al aire libre, practicar saludos al sol, trabajar en el jardín o simplemente beber agua caliente- y cúmplela.
“Sea lo que sea lo que planees hacer, hazlo paso a paso. No te presiones para levantarte, prepararte y empezar. No pienses en el día en su totalidad. Mantén la sencillez. Acepta las cosas que te rodean. Esto puede incluir prepararte una taza de té, dar un paseo matutino, dar de comer a tu mascota o darte una ducha para refrescarte”, dice Rai.
Come con calma
Es importante ser conscientes de lo que consumimos y con lo que despertamos a nuestro cuerpo por la mañana: “Es importante tomar un desayuno nutritivo e integral para llevar a nuestro cuerpo a un nivel en el que pueda funcionar de forma más eficiente”.
Un desayuno sano y saludable también te quitará el cansancio, el aturdimiento y te cargará de energía para el día que tienes por delante.
Modera tus alarmas
Las alarmas ruidosas y estridentes que provocan una repentina sacudida de silencio pueden provocar un aumento del cortisol y la adrenalina, lo que puede conmocionar el corazón y alterar los ciclos naturales, según Coutinho. En su lugar, pon sonidos serenos de la naturaleza, el canto de los pájaros o una cascada como llamada de atención.
Establece una hora fija para dormir y despertar, incluso los fines de semana. Dale tiempo a tu cuerpo para que acepte esta constancia y dejará de resistirse.
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