Aumentan los retos

Han pasado casi diez meses desde que, por decreto presidencial, las instituciones educativas tuvieron que trasladar su oferta académica al espacio virtual debido a la pandemia del coronavirus. Por este motivo, muchos han sido los retos a los que se han enfrentado los alumnos y maestros de los distintos niveles educativos, principalmente aquellos catalogados como educación básica.  

Si bien el compromiso por parte de la comunidad estudiantil y el cuerpo docente de cada institución se ha adaptado a la nueva normalidad, una parte importante es el trabajo que se realiza en casa para apoyar a las futuras generaciones de profesionales en el camino a su preparación, tal y como lo señala David Alberto Pérez Peralta, coordinador del área psicopedagógica de la Universidad de las Naciones.  

“El papel del padre de familia pasó de ser un rol de acompañante a ser un rol necesario (…) ahora tienen que invertir mucho tiempo en estar sentado al lado del niño, literalmente, para que pueda aprender o intentar aprender”, dijo. 

Al estar tomando las clases frente a una pantalla, el alumno necesita de una mayor concentración, la cual no sólo depende de su empeño y disciplina, sino del ambiente que lo rodea, pues una parte importante es el entorno en el que, desde el hogar, se tiene para enfrentar dicha situación. 

“Hay muchos niños que sí pueden estar determinado tiempo solos, pero hay niños que necesitan mucha atención; no nos olvidemos de los alumnos que tienen una necesidad educativa especial, algún trastorno que les impide aprender de forma regular. Entonces, sí es cansado para los papás, pero es necesaria su presencia, el desarrollar mucha paciencia”, mencionó Pérez Peralta. 

Compromiso 

Aquí es donde realmente entra el papel del padre de familia, pues ahora son ellos los encargados de vigilar el buen desempeño de sus hijos, mismo que, de la mano de los maestros, se planea y se ofrece con la finalidad de obtener los mejores resultados, aún cuando la situación es un tanto complicada. 

“Creo que hay papás que todavía se están resistiendo y tristemente puedo decir que hay otros que dejan al chico o chica solamente sentados frente a la computadora y que sea lo que Dios quiera. Hay papás que sí, que se han dado cuenta de que el niño tiene que repasar, tiene que retomar o que tiene que volver a estudiar eso que estuvo viendo en sus clases para generar un aprendizaje, no es lo mismo el aula tradicional, que el aula virtual”. 

Continuó: “Tienen que darle seriedad a la clase en línea. Es agotador, sí, parece que están re-cursando la primaria (…) esa es una realidad, no lo podemos negar”, señaló el coordinador. 

Si bien la comunidad estudiantil ha tenido que reforzar sus conocimientos en el uso de la tecnología para la educación, los padres de familia también se han sumado a esta nueva forma de preparación académica. 

“Hay papás que han tenido que familiarizarse con la tecnología y esto, como un efecto de rebote, vamos a llamarlo así, ha incrementado el tiempo de calidad con sus hijos o si no, el tiempo o esta inversión académica a que mi hijo realmente aprenda”, expresó el entrevistado.  

Inversión 

Por otra parte, la inversión que se requiere para que un alumno cuente con las herramientas necesarias para tomar las clases en línea ha sido un tema de discusión, pues para muchas familias esta ha sido una de las mayores dificultades, como mencionó Ángel David Castillo Salas, quien es padre de una estudiante de educación básica. 

“Hemos tenido que invertir un poquito en tecnología para poder cumplir con la expectativa de esta nueva enseñanza a distancia y en línea (…) el adaptarle un espacio luego es difícil, pues la casa donde vivimos no es muy grande y está la parte de adecuar un lugar que sea propio para que ella pueda tomarlo como si fuera el aula”, relató.  

Asimismo, Castillo Salas resaltó que el apoyo en cuanto a conocimientos es importante, pues en cualquier momento surgen dudas que, al no estar el maestro presente, se convierten en obstáculos para el aprendizaje. 

“Mi hija está en tercero de secundaria, en los temas que son afín, llámese cuestiones de cívica, ética, español o matemáticas, en algunas cosas de las cuales aún tengo el conocimiento, pues sí, la apoyo un poco… ella siempre ha sido un tanto autodidacta, afortunadamente siempre ha hecho sus tareas solita, pero la supervisión en todo eso no falla”, concluyó el padre de familia.