Artista multidisciplinario veracruzano impulsa arte circense en cruceros locales

Seguramente lo ha visto en algun crucero de la zona aledaña a esta agencia de noticias: un joven espera el alto para asegurar una cuerda entre semáforos y comenzar a hacer actos equilibristas y malabares. 

Su nombre es Víctor Castillo Marín, artista multidisciplinario circense originario de Martínez de la Torre, Veracruz, quien desde hace 9 años se dedica “a hacer lo que más amo”, como comentó a Galería de Imagen de Veracruz.

En una pausa dentro de su acto durante el pasado fin de semana, el performer veracruzano, quien ha figurado en compañías artísticas, circos nacionales e internacionales, así como sociales, entre otros proyectos, desde hace 9 años, abordó su quehacer en la ciudad, la cual enfrenta diversos retos, entre los que se encuentran físicos, creativos y, sobre todo, de seguridad. 

-¿Cómo llegaste a la ciudad de Veracruz?

- Con una organización que es el Festival Internacional de las Artes, de Edwin Uscanga; ahí empecé a trabajar dese hace como 6 años; por azares del destino me trajo aquí cada año y ya llevo un año aquí.

- ¿Dónde sueles ubicarte y qué es lo que realizas en cada alto?

- Por lo general estoy sobre todo Urano (avenida); no busco como un lado específico, lo que busco son unos buenos anclajes y un buen tiempo para realizar lo que es la cuerda floja, porque en realidad estoy trabajando alrededor de 1 minuto donde instalo, desinstalo, paso mi sombrero y es super cansado.

Hago diferentes disciplinas, en toda la semana trabajo lo que es la cuerda floja, monociclos, malabares en el piso, spin, balones; trato de hacer rutinas variadas para que la gente no se choque de ver lo mismo y obviamente meterle un grado más de dificultad con la preparación y el entrenamiento del día a día.

-¿Cómo ha sido la respuesta por parte de la ciudadanía a tu labor?

- El trato puede ser muy bien, amable, educado, como existe también la otra parte, que lamentablemente en México, en general, no se tiene la educación vial como tal.

Ha habido de todo, hay gente que me dice ‘Tu arte es muy bonito’, hay quienes me dicen ‘Ponte a trabajar real’, cosas así; pero en realidad, en un porcentaje más elevado, ha sido la aceptación de las personas porque si te das cuenta soy el único que lo realiza, me imagino hay más y es como todo, hay días buenos, días malos. Es un trabajo común, como todos y simplemente me tocó a mí hacer lo que amo y eso es muy bonito.

- Ahora en pospandemia, ¿vas a expandirte a otros puntos de la ciudad o unirte a grupos?

- Ahorita estoy en un proyecto con una chica, haciendo un dúo de danza aérea o acrobática, y acrobacia en piso; tenemos una puesta en escena el 27 de este mes en Cardumen (centro cultural). He estado tocando puertas en diferentes espacios culturales, creando un proyecto y obviamente a tocar puertas, el objetivo real es que el arte circense crezca.

Lamentablemente aquí en el puerto de Veracruz no existe como tal, solo hay pincelazos o performance, entonces uno de mis objetivos precisamente, como soy de Veracruz, quiero que se de a conocer por el arte circense, como otros lugares: Monterrey, Guadalajara, Ciudad de México, que digan ‘En Veracruz también existe el arte circense’.

Por eso una parte del trabajo urbano es que la gente vea que también hay nivel, hay buena técnica y buenas cosas aquí en el puerto.

-¿Crees que esto se continúe propagando en calles o hay trabas para poderlo hacer?

-En realidad no es nada fácil, hay millones de trabas. una es por cuestiones de que mucha gente inconsciente, hasta entrando en la ignorancia, creen que un artista urbano es un delincuente o que esta involucrado en las drogas y cosas así; en realidad somos personas como cualquiera que tiene su labor, hacemos lo nuestro, tenemos nuestras obligaciones.

En mi caso pago renta, tengo un cachorro que alimentar, apoyo a la familia también, a veces sobra para darse un gustito o a veces no, pero tenemos que ser conscientes, porque creo que lo único que puede cambiar al país y al mundo es la educación y el arte

A veces es mejor que te den un aplauso, que te digan ‘Oye, haces muy bien tus cosas’, eso anímicamente te eleva más, a que te den 10 pesos.

-¿Qué le dirías a alguien que quisiera compartir arte circense?

- Que luchen por sus sueños, que veces olvidamos por cuestiones económicas, de la familia, porque no hay apoyo o lo que sea. En realidad el apoyo más grande que podemos tener es nosotros mismos, echarle ganas, hacer las cosas que amamos y hacerlas con amor. 

Conozco personas que iniciaron en el semáforo y están en Cirque du Soleil, amigos míos, entonces ese es el fin, que el arte circense crezca, sea compartido, más gente pueda llegar a hacerlo y en un futuro se creen artistas de talla internacional.

En México hay nivel, pero lamentablemente no hay apoyo; tenemos que migrar a otros países para que nos volteen a ver; como dicen: ‘nadie es profeta en su pueblo’. 

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