El mes de septiembre tiene un sabor que lo caracteriza: el del chile poblano. ¿Cuántos platillos de la comida tradicional mexicana vienen a tu mente con este ingrediente? Además del tradicional Chile en Nogada, el ídem poblano es muy versátil y tiene diferentes versiones de relleno para todos los gustos.
Pero antes, un poco de historia: este chile es una variedad de pimiento que se cultiva en México y es fundamental en la gastronomía mexicana. Se trata de un fruto grande con poco picor, por lo cual, suele utilizarse en platos fuertes, además de sopas y las famosas rajas con crema. Es de forma cónica y aplanada, con piel lustrosa y brillante en su forma fresca.
Según datos arqueológicos, el chile poblano ha sido cultivado desde hace más de 6 mil años en el Valle de Tehuacán, Puebla, de ahí su nombre (no obstante, en otros lugares se le conoce como chile gordo, joto o corazón). En su forma seca, al chile poblano se le conoce como chile ancho y es el ingrediente principal del mole poblano.
Versátil
Al igual que muchos de los platillos tradicionales mexicanos, el chile con relleno es una mezcla de las tradiciones culinarias españolas con las indígenas.
Según datos históricos, los chiles comenzaron a prepararse con relleno en el Estado de Puebla. La combinación de sabores era tan deliciosa, que no tardó mucho tiempo en convertirse en uno de los platillos más solicitados de la sociedad mexicana.
Hoy en día, es uno de los platillos típicos que no faltan en las mesas mexicanas y las variedades de rellenos son muchísimos. Los más populares son los CHILES EN NOGADA, el relleno de frutos secos, de carne molida, entre otros.
Bueno y sabroso
Sus calorías son muy bajas y contiene propiedades para reducir el peso: la capsaicina acelera el metabolismo y reduce el hambre. Permite una buena digestión y estimula los jugos gástricos. Cabe destacar que la vitamina A del chile poblano es ideal para el cuidado de la piel y también para la vista.
La fibra que contiene ayuda a regular el azúcar en la sangre, lo que es beneficioso para personas con diabetes y/o problemas del corazón. Además, funciona como auxiliar para reducir el colesterol acumulado en las arterias.
Por otra parte, reviene la formación de coágulos en la sangre debido a que promueve la producción de glóbulos rojos y es ideal para combatir infecciones de las vías respiratorias, pues es una rica fuente de vitamina C.
A continuación, una serie de recetas para que este fruto mexicano se siga disfrutando ¡a cocinar!
Relleno con pollo, elote y frutos secos
Ingredientes
4 chiles poblanos tatemados y pelados
1 taza de crema
1 pechuga en cubos pequeños
½ taza de almendra partida a la mitad
½ taza de perejil picado
1 taza de granos de elote amarillo
2 piezas de chorizo en cubos pequeños
½ taza de arándanos deshidratados
3 cdas. de aceite de ajonjolí
3 cdas. de aceite vegetal
Preparación
Asa la pechuga en una sartén con aceite y cuando empiece a dorar agrega el aceite de ajonjolí, granos de elote, almendras, chorizo y arándanos.
Retira cuando esté cocido y rellena los chiles.
Sirve con crema y termina con perejil picado.
Sopa de milpa
Ingredientes
3 cucharaditas de aceite vegetal
1 cebolla picada finamente
2 tazas de hongos fileteados
2 elotes desgranados
1 manojo de flor de calabaza limpio y troceado
2 chiles poblanos asados y partidos en tiras
4 tazas de caldo de pollo
Sal y pimienta al gusto
2 ramas de epazote
200 g de masa de maíz
20 g de manteca de cerdo
Preparación
En una olla coloca el aceite y calienta; sofri´e la cebolla hasta que tome un color dorado.
Agrega los hongos, el elote, la flor y el chile.
Saltea las verduras hasta que se suavicen y an~ade el caldo de pollo.
Deja hervir durante 15 minutos, sazona al gusto y agrega las ramas de epazote.
Mezcla la masa de mai´z con la manteca hasta que obtengas una consistencia homoge´nea.
Divide la masa en porciones pequeñas y bolea cada una de ellas para formar los chochoyotes. Colo´calos dentro del caldo y deja hervir ocho minutos ma´s.
Retira las ramas de epazote y sirve caliente.
Relleno de carnitas
Ingredientes
6 chiles poblano
500 g de carnitas surtidas
4 chiles de árbol
8 jitomates
¼ cebolla
Sal al gusto
Aceite vegetal
Preparación
Para la salsa: licua los chiles con los jitomates, la cebolla y 2 tazas de agua.
Fríela en una cacerola con aceite, sazona y cuando suelte el hervor, retira y reserva.
Asa los chiles, guárdalos dentro de una bolsa de plástico para que ‘suden’; pélalos y desvénalos.
Pica finamente las carnitas y caliéntalas en una sartén (no añadas grasa a menos que sea sólo carne maciza).
Rellena los chiles con las carnitas, ponlos en los platos a servir y báñalos con la salsa de chile de árbol.
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