(+Video) Marchan por justicia para Odilia y su muerte se considere crimen de odio

En medio de gritos de ¡Justicia para Odi! y ¡Ni una más!, alrededor de un centenar de mujeres caminaron por calles del primer cuadro de la ciudad para exigir se esclarezca el feminicidio de Odilia Jade Guadalupe Castillo Reyes, de 17 años y quien fuera encontrada asesinada el pasado primero de septiembre en el interior de una cisterna en el municipio de Fortín.

La marcha fue convocada por el Colectivo Ko`Olelm, cuyas integrantes demandaron que este hecho sea catalogado como crimen de odio, pues Odilia era una joven lesbiana.

Destacaron que se resalta la preferencia sexual de la joven porque “a las lesbianas nos asesinan por ser lesbianas”.

“Lo que pasó con Odi es necesario que se reconozca como crimen de odio. Nos sorprende cómo es que a las personas les salta la palabra lesbiana como algo negativo y creen que esto resta y deshumaniza o que la están insultando, cuando sólo se busca vislumbrar la existencia digna de las lesbianas”, apuntaron.

Las feministas señalaron que esa sola palabra molesta a muchos, pero hace falta empatía para acabar con la lesbofobia y los prejuicios.

Consideraron que la Fiscalía General del Estado violentó los derechos de Odilia al dar a conocer información sin tener certeza de los hechos, afectando con ello el acceso a la verdad y a la justicia.

Cuestionaron qué es lo que harán ahora las autoridades tras su muerte, si aplicarán medidas de seguridad para sus familiares o buscarán una estrategia que permita prevenir el feminicidio.

Las manifestantes se reunieron en el Callejón del Arte a mediodía y de ahí partieron hacia el parque 21 de Mayo, en donde dirigieron algunas palabras a los asistentes, en donde recordaron que Odilia sólo tenía 17 años y es necesario que las autoridades trabajen no sólo para garantizar la seguridad de las mujeres, sino también para acabar con la lesbofobia y homofobia y así se acaben los crímenes de odio.

Cabe mencionar que la menor de edad fue vista por última vez el 26 de agosto, por lo que sus padres denunciaron su desaparición; sin embargo, el primero de septiembre fue hallada en el interior de una cisterna en una obra negra en la comunidad de Palo Alto, del municipio de Fortín.

Su cuerpo presentaba señales de violencia, además de que tenía las manos atadas a la espalda.