A pesar de la difusión que existe sobre los métodos anticonceptivos, son los jóvenes quiénes más rechazan hacer uso de estos, porque creen que no corren riesgo de tener un embarazo no deseado o contraer alguna enfermedad de transmisión sexual.
Sin embargo, al tener una vida sexual, ya sea regular o activa, no solo los pone en riesgos ante las enfermedades sino también a las mujeres de embarazarse, aunque no lo deseen, así lo consideró Kepler García, del área de salud reproductiva de la zona jurisdiccional 2.
Esto, precisó, tiene que ver mucho con la cultura reproductiva, porque muchas veces desconocen las consecuencias reales de tener relaciones sexuales, a pesar de que se les da orientación.
Reconoció que son las adolescentes quienes tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto, tanto por la inmadurez de su cuerpo como porque no se prepararon para ser madres.
Ante ello, se está trabajando mucho con los métodos de orientación de planificación familiar, aunque señaló que falta mucho conocimiento por parte de los jóvenes, pese a que tienen acceso fácil a la información.
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