Algunos tugurios de la ciudad han estado funcionando en la clandestinidad durante recientes semanas aún dentro de la cuarentena, sin tener el permiso de las autoridades de comercio y de salud, como se ha constatado en algunos sitios de concurrencia parroquiana.
Concretamente en la esquina que forman las calles Xicoténcatl y Virgilio Uribe, opera clandestinamente la cervecería “El canto del gallo”, con sus cortinas cerradas pero con acceso a la clientela que entra en ese ambiente ahora con música a bajo volumen.
Cabe anotar que la ciudadanía está entrando a una nueva normalidad en la que los comercios tienen que cumplir con disposiciones sanitarias para enfrentar a la pandemia del Covid-19, y aunque diversos establecimientos de alimentos con venta de bebidas alcohólicas ya han obtenido su código QR, para trabajar con medidas sanitarias, siguen existiendo expendios clandestinos como “El canto del gallo”.
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