Sin grupos; hay unidad en Morena, destaca Dolores Padierna en Xalapa

Durante su visita a la capital del estado, la delegada del Comité Ejecutivo Nacional de Morena con los gobiernos municipales, María de los Dolores Padierna Luna, dijo que no le interesa ningún grupo y se pronunció por la unidad del partido.

De esa forma evitó opinar sobre lo dicho por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien afirmó no conocer al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna.

Refirió que Veracruz es un estado muy importante, grande y muy complejo, "fácil nada es, y en política menos; yo vengo ayudar, a la unidad, vengo ayudar a los alcaldes en lo que yo pueda servirle, vengo a ponerme mi mano franca para que Morena quede muy bien en el corazón de la gente, en el bienestar de la gente, en la mente de la gente”.

Padierna Luna expuso que no acude al estado a formar grupo, sino que su trabajo dentro del partido es platicar con todos los sectores, en particular con los alcaldes electos que están próximos a tomar sus cargos.

“No vengo a hacer grupo, no vengo a nada más que a cumplir la responsabilidad que me confirió mi partido, el CEN, y ahí voy a trabajar”, dijo.

Enfatizó que harán una labor de la mano y en acuerdo con el gobernador Cuitláhuac García, aunque aclaró que será un asunto de partido, que consistirá en platicar con los ediles morenistas entrantes.

También rechazó que su visita a la entidad signifique una “curita” ante las diferencias entre el mandatario y el diputado federal, y dentro del instituto político que representa.

“No, no soy nadie para hacer eso, vengo a mi trabajo que es platicar con los alcaldes, ponerme a sus órdenes y ver en qué les puedo ayudar”, insistió.

Expuso que platicará con el gobernador, al ser emanado de su partido, para conocer su punto de vista y opinión, y pedirle su consejo que le permita hacer su trabajo lo mejor posible.

Asimismo destacó que Morena junto con sus aliados gobernará más de mil municipios, es decir, más de la mitad del territorio nacional, calificándolo como “una proeza” que nunca antes había realizado un partido de izquierda.