A sus 86 años de edad, don Rodrigo Aguirre Zamudio, sigue saliendo todos los días de su domicilio en Zamora 1111 de esta ciudad, para ir a buscar los ejemplares del diario que ofrecerá a la gente, tal y como lo viene haciendo durante al menos 68 años.
Con una sonrisa franca con la que ofrece los diarios, don Rodrigo recuerda como fue que a los 11 años de edad, salió de su tierra natal Jícaro, municipio de Tierra Blanca, para irse al puerto de Veracruz para buscar fortuna y fue ahí donde dio inicio una nueva vida.
“Preferí ser voceador a campesino, por lo que decidí irme al puerto de Veracruz donde vendía mucho, por ello estuve 30 años ahí, donde tuvo su mujer Lucía Joachín Gómez, con quien procreó dos hijos, Rogelio Aguirre Joachín, quien es médico veterinario, así como su hija María Esther Aguirre Joachín, quienes se quedaron en el puerto jarocho.
Con el paso de los años, tras la muerte de su primera compañera de vida en un lamentable accidente, fue que tiempo después se unió a Leticia Urbina Durán, con quien tuvo a Rosa y Carlos Aguirre Urbina.
“Vine a Coatzacoalcos luego de que quedé viudo y algunos familiares me ofrecieron que viniera, que había oportunidades de empleo ya que ellos estaban en Petróleos Mexicanos, pero no pude entrar y fue que seguí vendiendo periódicos desde hace 38 años que voy a las cuatro de la mañana a buscarlos”, refirió don Rodrigo.
“Siempre me encuentro a Guiyo, “La Iguana”, Guillermo “El Picudo”, Pedro, Gaspar y Goyo, los estamos muy temprano esperando que nos entreguen los diarios para venderlos”, refirió el señor Aguirre.
“Nunca tuve apodos, hasta ahora que me dicen ‘Órale’, por uno de los diario que vendo en la esquina de Pedro Moreno y Zaragoza, que se ha convertido en mi lugar”, refirió el voceador.
Con las venas resaltadas en sus brazos de piel morena por la exposición al sol durante tantos años, de cabello canoso, don Rodrigo le da una mordida a un pedazo de chicharrón que come mientras ofrece los ejemplares en la vía pública, junto al bastón que ocupa para poder moverse.
“Antes me tocaba prender los semáforos a eso de las cinco de la mañana, luego de que los oficiales me decían que lo hiciera y eso me convenía, ya que los coches se detenían y me compraban los diarios”, refirió el señor Aguirre.
“Primero vendía en Transístmica y Pedro Moreno y luego me recorrieron aquí a Zaragoza, donde durante muchos años he vendido no solo diarios, ya que también se venden revistas diversas”.
“Hay algunas personas que vienen y me regalan una fruta o algún alimento, como hace unas horas que vinieron unas señoras y muy amables me dieron una despensa e incluso me compraron dos revistas de a 25 pesos que tengo y con ello ya saqué el dia”, refirió don Rodrigo.
Vive solo en Zamora 1111, donde paga 1500 pesos de renta mensual, mientras que de sus hijos Rosa y Carlos, sabe que siguieron sus vidas, ya que se fueron de la casa luego de que solamente estudiaron la secundaria, por lo que ahora solo tiene la visitas de algunas personas que le brindan apoyo.
“Hay un señor que todos los domingos viene y me regala 200 pesos, que Dios le bendiga, ya que me ayuda para pagar la renta, él me dice que me apoya porque le gusta ver que a pesar de que soy un anciano, salgo a ganarme la vida de manera honesta todos los días”, mencionó el señor Aguirre, mientras que de sus ojos, salían un par de lágrimas, con mucho sentimiento en agradecimiento con ese hombre que no se olvida de él.
Rodrigo Aguirre recuerda los tiempos de “Las Poquianchis”, donde el diario se vendía como pan caliente, al igual que en los tiempos de escuela, cuando salía bien grueso el diario, por las listas de ingreso y era cuando más se vendían.
“Antes se vendían también revistas como TV Notas, Memín, Novela Semanal, asi como las revistas para adultos que las buscaban mucho en antaño, les llamaban fotonovelas”, recordó el voceador.
Ahora, es su hijo Rogelio quien en ocasiones se preocupa por él por lo que quiere llevárselo a Veracruz, pero no le parece, ya que toda su gente está en esta ciudad.
“Es la gente la que me ayuda, que me apoya por lo que me regala comida y algunas ocasiones algo de recurso y es por esa gente que sobrevivo, por lo que si me voy a Veracruz, ahí nadie me conoce y aquí la gente pasa y me saluda, me silvan los taxistas y otros conocidos, por lo que espero seguír aquí con la ayuda de Dios y el apoyo que me brinda el Presidente de la República”.
Así la vida de don Rodrígo Aguirre Zamudio quien a sus 86 años, sale todos los días a ganarse el alimento diario que lleva a su mesa.
Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto | Aviso de Privacidad
Reservados todos los derechos 2023 |