A dieciocho días de la explosión ocurrida en la Cavidad Tuzandépetl 331, en el municipio de Ixhuatlán del Sureste, fueron entregados a sus familiares los restos humanos del nanchiteco Hugo Cruz Acosta, quién será velado en su domicilio particular para después darle cristiana sepultura.
Días de angustia y desesperación pasaron los familiares de los petroleros que fallecieron en la explosión ocurrida el pasado 23 de febrero en el Centro de Distribución de Tuzandépetl, ubicado en el municipio de la ciudad.
Durante los primeros días del siniestro, los familiares exigían a los representantes de Petróleos Mexicanos, otorgarán información con respecto a los cinco trabajadores que se encontraban en calidad de desaparecidos, y que se encontraban en la zona siniestrada.
En un periodo no mayor a setenta y dos horas, supuestamente se dio a conocer que se realizó el reconocimiento de uno de los fallecidos, y fue entregado a sus familiares para que le dieran cristiana sepultura en el municipio de Agua Dulce.
Sin embargo, la resignación, la angustia de los familiares permaneció, porque a quienes les fue efectuado el estudio de ADN, debían esperar que el personal de la fiscalía se comunicará para darles a conocer cuando tuvieran los resultados.
El lunes por la mañana por fin concluyó la espera del reconocimiento y los familiares del nanchiteco Hugo Cruz Acosta, recibieron los restos humanos, serán velados en la colonia San Agustín, donde tenía su domicilio particular.
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